¡Vaya jueves que vivió el presidente! Durante las primeras horas del día, la conversación en redes sociales y el círculo rojo se centró en la operación que se realiza desde las altas esferas del Palacio Nacional para impedir la publicación y distribución del libro El Rey del Ca$h (Grijalbo).
Al viejo estilo del PRI y en el colmo de la censura, desde el Palacio Nacional y el gabinete presidencial se trabaja para comprar todos los ejemplares a la editorial, conseguir el manuscrito o de plano impedir su distribución.
Además del prólogo de Anabel Hernández, el texto de Elena Chávez, quien fuera pareja de César Yáñez, promete revelar cómo Andrés Manuel se hizo de muchos millones de pesos, la mayoría de ellos en efectivo.
Los detalles narrados romperían el falso discurso de austeridad, la autora que tanto pregona el presidente de la República, también contaría que la corrupción y la ambición por el poder son parte del ADN de Andrés Manuel López Obrador.
Así su arenga de “muera la corrupción” quedaría como una evidencia más de sus muchas contradicciones y mentiras.
Sobre si los operadores del presidente podrán o no congelar la publicación de un libro, con el enorme riesgo que eso conlleva, se podrá observar en las siguientes semanas, pues se tenía previsto que el próximo martes 18 de octubre ya pudiera encontrarse en las librerías del país.
Independientemente del resultado, la simple intención de limitar la libertad de expresión a las grandes editoriales debería ser razón suficiente para llamar a cuenta a los secretarios y funcionarios que habrían participado en tal acto de censura.
Estamos en la antesala de regresar a los tiempos en donde se quemaban los libros en la plaza pública y eso es un enorme riesgo para la sociedad, por mucho que la 4T se empeñe en tener un pueblo desinformado, sin cultura ni educación.
Estalló la bomba sexenal
Y cuando parecía que nada podía ser peor, llegó la bomba. Un grupo de hackers autodenominado "Guacamaya" divulgaron información sensible sobre "El Culiacanazo”, la falta de militares en aduanas y hasta la salud del presidente.
El ciberataque habría conseguido seis terabytes de información de la cual se desprende que el presidente se encuentra en un estado médico delicado, que ha sido necesario solicitar su ingreso al hospital de manera urgente y que en los últimos meses su salud ha mermado.
A diferencia de lo que López Obrador quiera difundir, el tema de la salud del Presidente de la República es de interés público y nacional.
Y antes de que griten los chairos, les recuerdo que eso mismo exigieron cuando se presumía el alcoholismo -otra enfermedad- de Felipe Calderón.
La falta de elementos militares cuidando la terminal 2 del aeropuerto de Cancún, espacio por donde muchos extranjeros llegan a nuestro país, es también muestra de una debilidad en materia de seguridad.
Y para rematar, los detalles de cómo fueron los propios hijos del Chapo quienes decidieron cómo, cuándo y hasta qué momento dejar de incendiar la ciudad de Culiacán el día que la Semar intentó de tener a Ovidio, es decir, la batalla que perdió el Estado (con mayúsculas) frente al grupo criminal en el llamado “Culiacanazo”.
Aunque se intente descalificar la información y el próximo miércoles Elizabeth Vilchis salga a decir que son mentiras, la realidad está superando a la propaganda.