San Pedro Cholula entró a las zonas en conflicto, donde hay ese descontento del Cabildo con la presidencia municipal, y sumándose a San Martín Texmelucan, en una lista negra encabezada por Tecamachalco.

En el caso de San Pedro Cholula, ha acrecentado la crisis de gobernabilidad la postura de cerrazón de la presidenta Paola Angón, quien sistemáticamente se niega a escuchar las voces críticas a su administración, bajo la justificante de que todo obedece a campañas de ataque sin fundamentos.

Ayer cerró el centro de la milenaria ciudad para poder rendir su informe en la Plaza de La Concordia, sin escuchar reclamos de los ciudadanos que demandan atención y que se les resuelva el tema de la basura.

La ingobernabilidad crece debido al enfado de los regidores, quienes no son tomados en cuenta. Una muestra la tienen con los contratos realizados desde el inicio de su administración en total opacidad, al grado de no contar con una página de transparencia que incluyera la información financiera. No es ningún secreto que en su gobierno ha imperado el desaseo de las finanzas municipales, como los incontables contratos ocultos.

Mención aparte merece el Presupuesto de Egresos de su administración, que debió publicarse en los primeros días de enero, y que fue dado a conocer hasta el mes de julio, porque pudo despacharse con la cuchara grande, al no poder saber en qué se estaba gastando el dinero.

Ayer, en un arranque de coraje, les anunció a los regidores que emitiría un decreto para suspender las compensaciones que reciben, y ahorrarse novecientos mil pesos. No es la cantidad, sino la acción de revancha.

Ahora trasciende que su administración ya está en la mira de la Auditoría Superior del Estado, lo cual podría poner a doña Paola en serios predicamentos de corte administrativo y penal.

El cerrar calles para no escuchar los gritos de protesta, como lo hicieron en el pasado reciente algunos panistas, fue muestra de soberbia y autoritarismo en este informe que dibuja perfectamente la personalidad autoritaria y visceral de la alcaldesa cholulteca.

El fin de las concesiones eternas

Al parecer la época de las concesiones eternas que permitían a los gobiernos estatal y municipales hacer jugosos negocios está terminando, y ahora se corrigió la plana al Cabildo de la capital que había aprobado la concesión del servicio de limpia y del relleno sanitario por 15 años, en el tema de los paraderos se hablaba de diez, así se dejaba una herencia a las siguientes administraciones.

Pero hay que decirlo, hubo mesura de las dos partes, y el Congreso del Estado aprobó las tres concesiones solicitadas por el Ayuntamiento de Puebla para estos periodos: espacios publicitarios, 3 años y 6 meses; relleno sanitario, 5 años; recolección de basura, 7 años, con lo cual se podrán emitir las convocatorias correspondientes.

Los plazos parecen justos, y ya serán las empresas quienes manifiesten si están o no de acuerdo en participar, sabiendo que un negocio eterno como el del agua, o de las carreteras ya no habrá en Puebla.