En estos días veremos a los políticos como saltimbanquis y cambiando de partidos como cualquier cosa, justificando su pase de un color a otro con las razones más absurdas que usted se imagine.
Casos como el de Fernando Manzanilla a quien se le vio abanderando las causas del PAN con Rafael Moreno Valle, después las del PSI, cuando fue candidato y ahora las de Morena, serán la constante en estos días, donde los partidos comienzan a seleccionar a sus precandidatos del 2024.
Más allá de lo reprobable y reprochable que resulta ver a un político hoy con una bandera, mañana escupiendo contra ella y pasado con otro color, lo verdaderamente importante será que los partidos puedan diferenciar entre aquellos personajes que realmente tienen un capital político propio.
Quienes cuentan con sus propios seguidores o han realizado trabajo en tierra, sin duda, sumarán a donde lleguen, sea el partido que sea.
Por el contrario, habrá otros que sólo aprovecharán este contexto para vender espejitos esperando que las siglas de otros partidos “de moda” les den cobijo y alberguen, serán, en pocas palabras, mercenarios políticos.
Morena, sin cuadros
En la coyuntura actual Morena se puede dar el lujo de no requerir a nadie, con sus propios afiliados -en número- podría colocar candidatos hasta en las listas de suplentes de regidores de los 217 ayuntamientos del estado.
El problema que enfrenta el partido de López Obrador es que desde su creación no se ha preocupado por crear cuadros, gente que realmente esté capacitada para gobernar un municipio, un estado, un país.
Y es claro que Morena al igual que el PVEM no están buscando a gente con talento o experiencia en la administración pública para postularlos como candidatos, están aceptando a esas rémoras que generan sólo la percepción de tener un enorme capital político, aunque muchos de ellos no valgan ni cinco centavos.
¿Y las supervisiones?
Basta dar un recorrido por las calles del sur de Puebla y los municipios colindantes para observar diferentes obras que se están detonando.
En la 14 Sur casi al cruce del Periférico se aprecian los trabajos de una construcción. Una más, se ha denunciado en nuestras páginas desde el inicio de la semana, en la ladera del río Atoyac, en la colonia Tres Cerritos.
Otra obra que aparentemente estaría en zona federal -y por ello prohibida- es la identificada como “La Arboleda” en Las Torres, poco antes de la Atlixcáyotl.
Esa, al igual que City Lomas Ocoyucan, en Santa María Malacatepec, son construcciones de espacios residenciales, que están a la espera de una respuesta de su MIA, por parte de la Semarnat.