Así como las corcholatas locales quieren repetir los abusos, excesos, desfiguros y malos ejemplos de las nacionales, en la Comisión Estatal de Derechos Humanos decidieron mimetizarse con su homóloga federal.
A diferencia de sexenios pasados donde la CNDH fue ejemplo de contrapeso y un organismo autónomo que se preocupó por defender los Derechos Humanos, en la era de la 4T la “oficina” de Rosario Piedra Ibarra se ha convertido en una vergüenza nacional.
Comenzó con una designación donde literalmente hubo una urna embarazada, gritos y sombrerazos. Pero se impuso.
Los días y meses subsecuentes no han mejorado esa imagen, al contrario, las respuestas, inacciones y el sometimiento a los caprichos de AMLO, por parte de la presidenta Piedra Ibarra, sólo han mermado y lacerado a la institución.
Y pareciera que nuestra comisión en Puebla está empeñada en seguir sus pasos; el presidente Félix Cereso no se quiere rezagar.
En una entrevista reciente, Cereso Vélez corroboró lo que todos sabemos: que las comisiones de Derechos Humanos sirven más a los presuntos delincuentes, que a las víctimas.
Palabras más, palabras menos, reconoció que el organismo a su cargo sí atiende el caso Lili, sin embargo, no crea usted que lo hacen por trata de personas con fines de explotación en el trabajo del hogar. No. La CDH Puebla investiga la posible violación de los derechos de María “N”, mejor conocida como “Lili Bustillos”.
Cuando en la incredulidad se le cuestionó si la CEDH tiene abierta alguna investigación por las mujeres que eran engañadas y traídas desde la Sierra para que trabajaran en la capital, Félix Cereso fue tajante: no hay quejas por el caso.
Maravilloso, una vez más demostramos que en esta 4T protegemos a los presuntos delincuentes.
Y en ese mismo tenor están temas como el de Izúcar de Matamoros y su presidenta, Irene Olea, que ya suma un segundo caso de presunto abuso de autoridad en menos de un mes.
Diversos videos dan cuenta de los golpes propinados por policías municipales y la falta de protocolos, durante la detención de una mujer en una tienda.
Ojalá que, en esta segunda acción, la Comisión Estatal de Derechos Humanos despierte, realice las investigaciones pertinentes y logre una recomendación sólida para el gobierno de Irene Olea.
Al menos en este par de casos, es sabido que las mujeres que fueron víctimas el pasado 10 de marzo ya presentaron las denuncias necesarias.
¿Atenderá Félix Cereso el caso o nuevamente abogará por los presuntos abusadores?
Veremos y diremos.