Ayudaron a comprobar que en España los toros están bien resguardados.

La defensa de la tauromaquia va más allá del espectáculo taurino. Es una salvaguarda de los valores antropocéntricos, de la ecología y de la libertad.

Así lo hicieron ver magistrados, letrados y juristas en las Jornadas Jurídicas sobre tauromaquia que se realizaron en la Plaza de las Ventas el 14 de junio del 2023.

"No solo vamos a hablar de toros, sino también vamos a hablar de libertad", dijo en la ponencia inaugural José Antonio Montero Fernández, Magistrado Tribunal Supremo español. "El mundo taurino –agregó Montero Fernández– se abraza a la libertad frente a la intolerancia y a los intolerantes".

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también reivindicó la libertad al hablar de toros: "Un grito de libertad muy necesario por lo que supone la tauromaquia para España como rasgo de nuestra identidad cultural y reconocimiento como nación y que se ha visto amenazada en las últimas décadas".

Raúl César Cancio Fernández, Letrado del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo en España, explicó que la tauromaquia funciona como una especie de sensor, una alarma que avisa cuando se están atentando los derechos humanos. La metáfora es muy poderosa.

En una sociedad democrática en la que se defienden derechos fundamentales, que se protege la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, es importante tener señales de alerta cuando los intolerantes intentan pisotear a los que tienen una visión distinta. Y eso es, en palabras del erudito jurista Cancio Fernández, lo que sucede cuando se ataca a la tauromaquia.

Las Jornadas Jurídicas sobre la tauromaquia ayudaron a comprobar que en España los toros están bien resguardados por las leyes y por la constitución. Esta protección nace del sentir popular.

Al enterarme de este simposio jurídico, me comuniqué con varios abogados taurinos y les pregunté si valdría la pena organizar algo similar en México. La mayoría se entusiasmó.

Lo ven como una oportunidad de analizar a fondo la situación jurídica, establecer mecanismos que protejan a la tauromaquia, fortalecer las redes y los vínculos entre abogados taurinos.

El doctor Salvador Arias, uno de los abogados que más ha dedicado su talento y conocimientos a defender a la tauromaquia mexicana, me dijo que ha estado en contacto con los organizadores de estas jornadas jurídicas en España y que ya tienen en su poder las ponencias.

Me explicaba que el éxito fue que lograron convocar a juristas del más alto nivel, incluso a magistrados del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional y Audiencia Nacional.

En México, a diferencia de España, no estamos tan protegidos. Los ataques vienen desde el Poder Judicial y los abogados no han sabido establecer una adecuada estrategia legal que defienda al espectáculo taurino de los amparos que tienen cerradas algunas plazas de toros.

Por lo que me han platicado algunos expertos en derecho constitucional, daría la impresión de que la estrategia que han seguido los abogados de la Plaza México no ha sido la más efectiva. Por eso la importancia de organizar un cónclave para discutir a profundidad el tema y escuchar voces que enriquezcan las tácticas de protección.

Los jueces que en México han aceptado los amparos con los que se han suspendido algunas actividades taurinas están atentando en forma peligrosa contra la democracia y la pluralidad.

México es un país multicultural en el que coexisten puntos de vista, valores y credos distintos, incluso contradictorios o antagónicos. Las leyes deberían garantizar la libre convivencia.

Con sus excesos judiciales, los jueces han quebrantado las libertades individuales. Por eso, desde esta columna, hacemos un llamado a los juristas mexicanos a reunirse, a analizar el tema de la defensa y a establecer estrategias legales que no solo protejan la tauromaquia, sino la libertad, la ecología, el derecho a la cultura y los valores que ponen al ser humano en el centro.