Los toros tienen mala prensa. Los grupos antitaurinos han sabido posicionar una serie de argumentos, muchos de ellos falsos, que han hecho que el gran público rechace el espectáculo taurino.

Pese a ser una actividad centenaria, con raíces profundas en nuestro país, conectada con la idiosincrasia mexicana y vinculada con los valores judeocristianos, la sociedad se ha ido alejando de la tauromaquia.

Por otro lado, las empresas que organizan corridas no han sabido hacer la publicidad adecuada y se limitan a hablarle a los taurinos. Esto se ha combinado con que en las últimas décadas no ha surgido una figura mexicana que tenga el arrastre para convocar a quienes pueden llenar las plazas.

En este espacio hemos insistido en la necesidad de la innovación y profesionalización de la industria taurina. Se requieren mecanismos de marketing que atraigan a más público.

En el negocio de los toros en México, el marketing se hace a la manera tradicional, casi igual que se hacía en el siglo pasado. Se utilizan pocos elementos novedosos y la comunicación es unidireccional: de la empresa hacia aficionado.

Es cierto que cada vez se usan más las redes sociales, pero no se observan tácticas que conecten con un nuevo público. Le hablan exclusivamente a los taurinos.

Los algoritmos hacen que la promoción digital de las empresas taurinas no trascienda a otros segmentos que ansían un entretenimiento distinto.

El marketing sostenible es una herramienta que puede darle un giro importante a la comunicación de los toros. 

El historiador y explorador británico Robert Swan dijo que la mayor amenaza para el planeta es creer que alguien más lo salvará. Por eso la importancia de abordar en primera persona los temas Ambientales, Sociales y de buen Gobierno (ASG o ESG, por sus siglas en inglés).

Cuanto antes, la industria taurina debe comunicar sus buenas prácticas para conectar con una sociedad cada vez más sensible a los problemas medioambientales. Son especialmente los millennials y el prometedor consumidor de la llamada Gen Z, los más perceptivos hacia las prácticas en favor del entorno y del planeta.

Por sostenible nos referimos a lograr un cambio profundo medio ambiental, social, cultural y económico. Algo es sostenible cuando cumple una serie de procesos que ayudan a crear un mejor entorno social y respetuoso con el planeta.

El marketing sostenible implica la comercialización de productos y servicios diseñados con conciencia ambiental o social, en forma sensitiva a preocupaciones con el planeta y la sociedad en su conjunto. También incluye transmitir valores que se comprometan con la defensa y el uso racional de los recursos.

En la tauromaquia se respeta la naturaleza del toro. Las dehesas de toros de lidia son una de las últimas formas de ganadería extensiva. Cada animal dispone de una extensión amplia de terreno. Gracias al toro bravo estos espacios son auténticas reservas ecológicas de incomparable riqueza de flora y fauna. La defensa de los toros es, por lo tanto, una protección a la biodiversidad y una custodia del respeto a la naturaleza de los animales.

Por otro lado, los ganaderos de bravo son los campeones en el cumplimiento del bienestar animal. Pocas actividades como la crianza del toro de lidia cumple con lo que la Organización Mundial de Sanidad Animal ha establecido como las cinco libertades que los seres humanos deben conceder a los animales con los que interactúan (FAWC, 1979):

1) El animal no sufre sed, hambre ni malnutrición, porque tiene acceso a agua y se le suministra una dieta adecuada a sus necesidades.

2) El animal no sufre estrés físico ni térmico, porque se le proporciona un ambiente adecuado.

3) Durante su crianza, el animal no sufre dolor, lesiones ni enfermedades, gracias a una prevención adecuada o a un diagnóstico y tratamiento rápido.

4) El animal es capaz de mostrar la mayoría de sus patrones normales de conducta, porque se le proporciona el espacio necesario y las instalaciones adecuadas, y se aloja en compañía de otros individuos de su especie.

5) El animal no experimenta miedo ni estrés, porque se garantizan las condiciones necesarias para evitarlo.

Un estudio realizado en conjunto por NielsenIQ y por McKinsey & Company demuestran que los consumidores están preocupados por la sustentabilidad y lo respaldan con su cartera. Es decir, están dispuestos a pagar más o a consumir en mayor medida productos y servicios que respaldan los principios ASG.

Cuando una organización argumenta que cumple con normas medioambientales, sociales o de buen gobierno, crece hasta un 22 por ciento más que aquellas que no lo hacen (Bar Am, et. al., 2023). Lo interesante para el negocio taurino, es que mientras más argumentos hay relacionados con los principios ASG, más crecen, más reconocimiento tienen del público y esto se ve reflejado en rentabilidad. 

El crecimiento en ventas y la participación en el retail fue 2.5 veces mayo en marcas que tenían cuatro afirmaciones relacionadas con ASG, comparadas con otras similares que solo tenían una afirmación. 

El espectáculo taurino puede argumentar que es ecológico; protege los ecosistemas alrededor de las ganaderías con los que hace resurgir flora y fauna; cría su ganado siguiendo las mejores práctica de bienestar animal; fomenta valores humanos como el esfuerzo, la capacidad de sacrificio, la responsabilidad, el valor, la lealtad, la honestidad, la entrega, el compañerismo y la dignidad de la persona; representa valores estéticos como la elegancia, la gallardía, la armonía de movimientos, las formas y los volúmenes equilibradas; y está vinculado con las tradiciones mexicanas que lograron un sincretismo armonioso entre culturas diversas.

El marketing sostenible nos invita a repensar las reglas de la comercialización. En lugar de las tradicionales 4 Ps (Producto, Plaza, Precio y Promoción), la industria taurina debe explicar que el espectáculo alrededor de las corridas de toros ayuda a crear un mejor entorno. Hay que exponerle al público que las corridas de toros son amigables con el medio ambiente. Todo alrededor de generar una percepción que refleje el valor proporcionado por la tauromaquia, incluyendo lo relacionado con la ecología y los temas humanos y sociales. Una comunicación donde el cliente sea el protagonista a través de un diálogo honesto en el que se incluya lo relacionado con argumentos sociales, éticos y ambientales.

Para contrarrestar a los antitaurinos, el espectáculo taurino debe tener una marca que indique que es una actividad centrada con los valores humanos y que cuida al planeta.