Comenzamos a ver los “últimos” de esta administración federal, y la semana pasada fue el turno del último paquete económico del sexenio. Aunque es la propuesta todavía, nos permite ver que amor que no se ve en el presupuesto, no es amor.
Curiosamente el mayor programa del campo mexicano no se maneja en agricultura, parte de esta equivocación conceptual de que lo agropecuario es igual a lo rural. Sembrando Vida recibirá cuarenta mil millones de pesos para un programa que se maneja con la discrecionalidad y seguimiento de un programa de la Secretaría de Bienestar cuando debiera contar con una rigurosidad agronómica.
Adicionalmente arribita de cincuenta mil millones se distribuirán entre los principales programas agropecuarios de la federación. Eso sí, 92 de cada 100 pesos siendo absorbidos por los programas de producción para el bienestar, fertilizantes y precios de garantía. Aunque pocas migajas caen para los programas de fomento agropecuario o sanidad agroalimentaria al menos este año recibieron un pequeño aumento de cien millones cada uno, insuficientes todavía para los grandes retos que emergen con el cambio climático para la producción y exportación del campo mexicano.
Por otro lado, cinco mil millones irán al sistema de compra y venta de leche nacional, que junto a las tiendas DICONSA estarán dándole siete mil millones y medio a una SEGALMEX acusada del mayor desfalco documentado de esta administración.
Unos cuantos millones más hacia programas de medio ambiente y recursos naturales, infraestructura hidráulica y de caminos rurales, tribunales agrarios y otros poquitos conforman el presupuesto para atender al México rural y agropecuario.
La danza los pesos es complicada de visualizar y para marearse, es mucho dinero. México es uno de los países del continente que más porcentaje de dinero destina al campo, pero uno no diría que las cosas no mejoran aun si se destina tanto dinero para un quinto de la población del país.
Mucho tiene que ver con la manera en que se gasta. Si le digo que van más de ocho mil millones de pesos el siguiente año a la educación e investigación rural ha de imaginarse que somos una potencia, cuando lo cierto es que el sistema académico nacional está obsoleto en su misión, visión y planes de estudio. Algo así como el presupuesto en lo general, donde la aerolínea militar se llevará 8 mil, 120 el Tren Maya militar, y un total de 260 mil de los grandes para los militares de SEDENA. Ya no lo abrumo, además de que se aprobará en el Congreso a mitades de noviembre, pero qué difícil para los hombres libres hacerse oír en la estampida de la ambición.