Movimiento Ciudadano ha crecido bastante en los últimos años y en más de una elección regional ha podido ser el fiel de la balanza, sin embargo, la fuerza real de ese partido en Puebla parece no ser suficiente para pensar en que puedan contar con grandes triunfos o arrebatar los ayuntamientos con más habitantes.
Si bien el discurso que manejan es fresco y mucho más pegajoso que las líneas de Morena o del Frente Amplio, los y las candidatas que puedan presentar en las próximas elecciones poco podrían sumar si su representante presidencial no crece.
Ayer durante la entrevista que le realicé a Fernando Morales, el propio presidente estatal de MC reconoció que —aunque en menor medida— estarán cachando a candidatos rechazados por otros partidos como Morena.
Y yo agrego, también a figuras recicladas que en elecciones pasadas no han podido ganar con las siglas del PAN, del PRI, del PRD o de cualquier otro partido.
Si bien es cierto que necesitamos opciones nuevas, frescas y reales, ¿qué tanto le podrán aportar al partido naranja estas figuras que en sus anteriores siglas no lograron ganar ni respetar la competencia democrática de su partido?
Sin embargo, estas circunstancias no merman las ilusiones de los emecistas quienes sueñan con ganar hasta la Presidencia de la República de este 2024.
Esperemos que el primer lunes de junio de 2024 no tengan un amargo despertar, pero para ello necesitan desde hoy entender que no pueden aceptar ni entregar las candidaturas a cualquiera como si fueran chocolates, sólo para alcanzar a colocar perfiles en los 217 municipios de Puebla.
En la reflexión, Morales también advierte una enorme fractura desde el interior de las bases de Morena porque habrá un gran número de personas que quedarán sin las candidaturas que buscan, como ya sucede a nivel nacional, donde Marcelo Ebrard continúa dando la batalla.
Y aunque coincido en eso, dudo que su pronóstico de convertir la contienda en una elección de tres, requiriendo 800 mil votos para ganar la próxima gubernatura de Puebla, se logre concretar.
Hasta este momento el estado de ánimo continúa en la apatía y eso, como lo sabemos genera un alto abstencionismo y algún que otro interesado en aplicar su voto de castigo. De ahí que el sueño naranja esté muy lejos de concretarse, al menos en esta elección.
Ebrard aumenta músculo
En la Cámara de Diputados se comienza a resentir la decisión de Palacio Nacional. Dos de las corcholatas que quedaron desplazadas por Claudia Sheinbaum armaron un bloque que pretende reasignar el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Mientras en años anteriores el bloque morenista se convirtió en un muro infranqueable que no permitió mover ni una coma a la propuesta enviada por AMLO, este año los diputados de Morena, afines a Marcelo Ebrard y al senador Ricardo Monreal ya anunciaron que buscarán un ajuste de algo así como 50 mil millones de pesos.
La cifra, aunque escandalosa para usted y para mí, no representa un porcentaje importante en el universo federal, sin embargo, el mensaje es claro: han roto con Andrés Manuel.
¿Cómo se pondrán las discusiones en la rebatinga final?
Veremos y diremos.