Por ahí de mayo le venía comentando lo complicado que pintaba el escenario azucarero, no solo para nuestro país, pero para el mundo. La muestra está en que el azúcar anda en su precio más alto en 13 años, con múltiples lugares a donde apuntar para explicar el incremento de 40% que vemos en los expendios nacionales.
Del lado medio ambiental el fenómeno de El Niño –en esteroides por el cambio climático– nos entregó climas secos en el sureste asiático, con predicciones pesimistas para grandes productores como Tailandia e India.
Del lado geopolítico las problemáticas en Medio Oriente con el conflicto Israel-Palestina han elevado los precios de los hidrocarburos, lo que ha desatado la especulación de un mayor uso de biogasolinas. Brasil e India, que producen 1 de cada 5 kilos mundiales de azúcar, ya han anunciado el incremento del porcentaje de bioetanol –el combustible procedente de la caña– en las gasolinas de sus automóviles.
Los altos precios de los energéticos hicieron al fertilizante incosteable en los momentos claves del cultivo, situación que vivimos de primera mano en México y en Puebla. En nuestro estado procesamos de un ciclo al otro 160 mil toneladas menos.
Aunque en la zona de Puebla-Morelos esta industria emplea 150 mil familias, somos un pequeño productor, con San Luis Potosí produciendo el doble, Jalisco el cuádruple y Veracruz once veces. Multiplique por ese mismo factor los decrementos en la producción. A nivel país procesamos 7 millones de toneladas menos de azúcar. El costo más alto en 13 años del azúcar coincide con la peor producción nacional de caña en una década. No hay que ser genios.
El azúcar de caña es uno de los pilares más importantes para la industria alimentaria mundial y un buen trozo del presupuesto para el mandado. Lamentablemente este cultivo será uno de los más golpeados por el cambio climático, pues su buen destino depende de harto calor, harta agua y fertilizar sin temor a Dios, todas cosas que están en el filo de irse tumbao’ y de lao’ en esta época.
15 años de pasión hortícola
En la bucólica Puebla, la Expo Hortícola BUAP 2023 despierta al agricultor que llevamos dentro. 120 expositores harán alarde de semillas, maquinaria agrícola y el conocimiento necesario para hacer florecer la tierra, en una exposición que no es solo una reunión de negocios, pero el crisol donde por 15 años la pasión por la horticultura se cultiva y se comparte.
Puebla, líder en la producción de cilantro, elote y espinaca, no se conforma con la gloria pasada; busca siempre el camino hacia la mejora. La Expo Hortícola no solo exhibe lo que está disponible, también ofrece asesoría técnica personalizada para cultivar el futuro.
Agricultores, científicos y empresarios convergerán en el Agroparque de Los Reyes de Juárez –del Complejo Regional BUAP– del 11 al 13 de octubre, demostrando que la tierra poblana es fértil no solo en sus campos, sino también en su creatividad e innovación. La invitación es para todos abierta, con talleres para todo el público como lombricomposta o producción de quesos; ya de perdida salga a que le dé el aire.