Nacho Mier, quien ha sido poco afecto a subir a la tribuna del Congreso, ayer decidió utilizar al estrado con un claro objetivo, congraciarse con el dedo definidor, sin importar que con ese mensaje se ganara el odio de los miles de trabajadores del Poder Judicial Federal, incluidos los poblanos.
En su discurso, Nacho se mostró cómo el más pragmático de los políticos y actuó para un solo espectador, que no es otro que quien tiene en sus manos el futuro político del líder de la bancada morenista.
El destinatario del discurso de la austeridad republicana para desaparecer los fideicomisos no era otro que el inquilino de Palacio Nacional.
En estos tiempos de ganar indulgencias, lo importante es mandar mensajes de lealtad a cualquier precio. Lo demás es lo de menos.
Hoy más que nunca: “el fin justificó los medios”.
La espada lopezobradorista
Y bajo la premisa de la supuesta austeridad, ayer en el San Lázaro no importó pisotear y borrar los derechos laborales de quienes diariamente hacen que camine la maquinaria de la justicia en nuestro país.
Con 259 votos a favor y 205 en contra se aprobó la extinción de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación.
El acto que los morenistas celebran con bombo y platillo, pese al descalabro económico que causarán en los trabajadores, es el reflejo de la esencia de la 4T.
Para Andrés Manuel la justicia en México no es importante ni prioridad; antes que fortalecer a uno de los pilares y Poderes del país, el presidente apuesta por desaparecerlo como parte de un plan de venganza.
Sí, los recortes que le aplicará AMLO, a través de los diputados de Morena, así como la votación de anoche son muestras de su rencor, del coraje que mantiene ante un Poder que le ha dicho una y otra vez que “no” y que lo ha obligado a respetar la Constitución.
López Obrador no es un republicano que reconozca la división de Poderes y menos que respete la autonomía de cada uno de ellos. Al Legislativo, ya se vio, lo tiene más que sometido, con diputados que le deben todo y lo obedecen sin cuestionar.
Una vez consumado el agravio habrá que esperar varias cosas, entre ellas la cascada de protestas y hasta las posibles impugnaciones que se puedan presentar.
Los nervios de Morena
Aunque las corcholatas morenistas aseguran que retendrán la gubernatura en Puebla con cualquiera de los siete finalistas, lo cierto es que las reacciones guindas que se generaron después del destape de Lalo Rivera hacen dudar.
Como era de esperarse, las críticas y los retos al alcalde comenzaron a arreciar tras confirmar que será el candidato a la gubernatura por el Frente Amplio.
Tal como se lo comenté el lunes pasado en mi columna, Lalo Rivera sabía las consecuencias de su destape y por ello administró bastante bien sus tiempos para estirar la liga lo más que pudo.
La duda ahora es ¿Morena le hará la campaña a Lalo, como Andrés Manuel lo hizo con Xóchitl o habrán aprendido?
Veremos y diremos.