En vísperas de la sesión del Consejo General del INE que decidirá sí impone a los partidos y coaliciones que cinco de las nueve candidaturas a las gubernaturas y la Jefatura de Gobierno sean para mujeres, las aspirantes de Morena en Puebla corren en su propia pista.
Mientras arrecia el fuego cruzado entre Alejandro Armenta y Nacho Mier, en un espacio independiente las candidatas poblanas siguen su propia ruta sabiendo que ellas no dependen de otra cosa que de la definición del género.
Y en esta carrera, en las últimas horas Olivia Salomón parece tomar la delantera, principalmente con la suma de apoyos que recibió ayer, de algunas mujeres identificadas como cercanas a Claudia Sheinbaum.
Por ejemplo, Lorena Villavicencio, cofundadora nacional del Movimiento Nacional Por ella, por todas afirmó que Olivia será “una digna representante de las mujeres poblanas y será una mujer que hará la gran diferencia en el gobierno de Puebla”.
En tanto que Mariana Benítez, diputada de Oaxaca y cofundadora del Movimiento Nacional fue más allá y vaticinó que en nuestro estado una mujer encabezará la batalla guinda: “Y como lo he dicho es tiempo de las mujeres y también le toca a Puebla, también le toca a Puebla tener a una mujer con experiencia, con talento, con capacidad”.
Una tercera voz, Naomi Peniche, representante de Yucatán y cofundadora nacional del mismo movimiento destacó la preparación de la exsecretaria de Economía: “Aquí nuestra amiga Olivia, qué importante es ser una mujer informada… tuvimos la oportunidad de compartir esta plática previamente y me dio un dato de Puebla y eso me hizo ver que conoce a su gente, que conoce a sus mujeres”.
Las otras competidoras
En esa misma pista de la que hemos hablado, Liz Sánchez ha optado por una estrategia donde las redes sociales y el trabajo de tierra, a través de recorridos, le permiten colocarse en un buen sitio entre las corcholatas poblanas.
La exsecretaria del Bienestar continúa apostando a las bases del interior del estado y que esto se refleje en las encuestas y sobre todo en el ánimo de Lopez Obrador, basado en su alianza con el PT y el profesor Anaya.
Liz Sánchez sabe que si Morena cumple y entrega una candidatura a gobernador, de las nueve que están en juego, al Partido del Trabajo, ella será la ganadora.
Finalmente, Claudia Rivera Vivanco se mantiene en la carrera con un excelente nivel de conocimiento entre los poblanos y además cuenta con la innegable cercanía de su mamá, Eloisa Vivanco, con la cúpula morenista.
En contraste, a la expresidenta municipal de Puebla le pesa el fantasma de la percepción negativa, mismo que se le generó desde los tiempos de Miguel Barbosa y que no ha logrado sacudirse del todo.
Así las tres corcholatas femeninas que quedaron en la puja finalista de Morena mantienen el paso en la carrera por la ansiada candidatura.
¿Logrará llegar alguna, qué premios de consolación les ofrecerán para evitar las fracturas internas?
Veremos y diremos.