En un tiempo antes del tiempo existió 1978, año cuando se erradicaría la viruela y “Aquí Nos Tocó Vivir” de Cristina Pacheco iniciaría emisiones por primera vez desde canal Once.

En ese mismo año, en la Sultana del Norte, nacía la vuelta de la esquina de nuestras vidas, es decir el primer Oxxo. Hoy -45 años después- es un leviatán de veintiún mil cabezas que devora trece millones de clientes al día, siete días a la semana. La tercera empresa más valiosa de México.

Su propuesta cada vez se aleja más de bebidas y alimentos, transformándose en una entidad financiera, negocio mucho más rentable. Lo que no quita que en cuanto se establece un Oxxo termina alterando profundamente las mecánicas de abasto en una localidad.

Esto mismo está pasando en Chipilo, de San Gregorio Atzompa, donde la comunidad se ha negado a la instalación de Oxxos, alegando desplazamiento al comercio local y alteraciones al tejido sociocultural.

La situación es compleja por la región, pero las tribulaciones alrededor de las tienditas son bastante ejemplificadoras del ecosistema nacional de emprendimiento.

A pesar del vertiginoso despunte del Oxxo, y un pequeño ejército de copias detrás, el número de tienditas en el país ha crecido todos los años, en ‘03 había 791 mil, en ‘18 un millón cuatro mil, y el año pasado -pese a pandemia- había millón setenta mil.

¿Qué pasa? Pues que esas tienditas se alejan más de los grandes y densos centros poblacionales, atendiendo suburbios donde no llegan los “Oxxos”, por ahora.

Ante la eficiencia bien aceitada de franquicias, las grandes cadenas de pequeñas tiendas al por menor de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco llegan a desplazar los modelos menos provechosos.

La discusión termina siendo harto peculiar, pues Chipilo es cuna intelectual de franquicias que llegaron a destrozar negocios tanto en lo local como lo nacional: heladerías Topolino y cafeterías Italian Coffee. Es más, existe una pequeña cadena de autoservicio que sí es bien vista en Chipilo, “Súper Zaz”, al pertenecer a un coterráneo chipileño, que si alcanzara los niveles de eficiencia de Oxxo se terminaría comiendo todos los ultramarinos, estanquillos y tienditas como alcanzaran sus tentáculos. Es una máxima. La edad de piedra se acabó porque descubrimos el bronce, no porque se acabaran las rocas; los cavernícolas sí se extinguieron.

Semanas definitivas

Este martes INEGI presentará con más puntualidad que novio feo, los resultados definitivos del Censo Agropecuario 2022. Fecha con jiribilla planeada, pues de esta manera las consideraciones del estudio no serían contempladas para el presupuesto 2024. Igual ni la coma se mueve.

La semana también se presenta definitiva, pues MORENA ha establecido este miércoles como fecha límite para la solicitud de inscripción para buscar en Puebla un puesto de elección popular con dicho partido.

En evento de la semana pasada la titular del campo poblano, Ana Laura Altamirano, señaló que todavía está ponderando ir o no ir, aunque advirtió que como productora o servidora seguirá apoyando al campo.

Imaginando que buscará capitalizar el nido construido en su natal Atzitzihuacán, la pelea por el distrito federal 13 será dura contra una posible reelección de Mario Miguel Carrillo, o el lógico crecimiento de la presidenta municipal de la cabecera, Atlixco, Ariadna Ayala. Cualquier otro puesto natural para Altamirano Pérez parece chico para una funcionaria que, si aguantó todo el gobierno de Barbosa, fácilmente podrá sobreponerse a grillas políticas y de salud para encontrar un puesto con fuero, digo, para servir al pueblo.