Por allá de abril del año pasado, le comentaba como el gobernador Céspedes Peregrina sostenía pláticas con los directivos de Mission Foods —la división comercial más importante del mundo vendiendo tortillas de maíz— de traer inversiones a Puebla. Ubicará a su empresa matriz, GRUMA, y su producto estrella, MASECA.
322 días después, el anterior lunes, el gobernador anunciaba la inversión de casi 800 millones de pesos durante los siguientes cinco años para ampliar la planta de producción de Mission Foods en Huejotzingo, establecida en 2016, sobre lo que eran los terrenos de la relevante hacienda de El Carmen.
El evento fue encabezado por el titular de economía estatal, Ermilo Barrera, cosechando parte de lo sembrado por su antecesora, Olivia Salomón. Ahí, también se vio a la titular de medio ambiente y los propios de administración y gobernación. La presidenta del municipio, Angélica Alvarado. Y hasta el consejero jurídico, por eso de revisar qué se firma.
Uno pensaría que en un evento de una empresa transformadora de maíz… habría una representación de los encargados del maíz: la Secretaría de Desarrollo Rural. No obstante, la presencia de la titular del rubro, Ana Laura Altamirano, o de proyectos emanados de esta dependencia, brillaron por su ausencia.
La única mención vino de parte del representante legal de Mission Foods México, Badii González, que insinuó que más adelante pedirá que se le conecte a las cámaras para proveeduría local.
Así, fantaseando, uno hubiera esperado un proyecto de impulso a los maíces, ya de perdida los nativos, de la inmensa bolsa de mil millones y medio para el campo poblano este año.
Y existe, el gobierno destina una parte del presupuesto al Impulso Comercial de los Maíces Nativos, pero parece que las miras son limitadas. Ninguno de los mil y tantos beneficiarios del programa fue encaminado hacia este proyecto, avisado con casi un año de anticipo. Claramente a los 33 beneficiarios dentro del propio Huejotzingo no les vieron tamaños.
¿Será que los de Mission Foods son malinchistas? Parecería que no, pues hace no tanto invirtieron unas lanas en Tamaulipas para sembrar de la mano del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) variedades de su interés. Terminaron comprando mil y tantas toneladas de maíz que salieron de esos campos.
¿Cuánta materia prima necesita GRUMA? Casi 5 millones de toneladas de maíz al año. Más claro. Cinco veces lo que produce todo el estado de Puebla. Para la calidad y volúmenes que requieren, Puebla, la cuna del maíz y su domesticación, no da el ancho, y sus autoridades se ven rebasadas en intentar ligas industriales mayores.
Los de GRUMA no son almas de la caridad, ni mensos. La planta en Huejotzingo es un gran lugar geográfico, pero hasta ahí. ¿De dónde sacarán el maíz para trabajar? De Veracruz, pero del puerto, lugar por donde entran las importaciones baratas que salen de Estados Unidos vía el río Misisipi. En menos de una semana un barco se echa la ruta Veracruz-Nueva Orleans-Houston-Veracruz; la comodidad no puede ser más.
El proyecto creará 110 trabajos indirectos, mientras dure el proceso de ampliación, y eso está muy bien, pero, ¿se imagina un gobierno que entendiera las necesidades de los privados, y apoyara para la creación de riqueza? Parece que lo único rico por un rato serán las tostadas de nuestros amigos, y miren que están así, así.