Qué buen desmadrito ha causado en las entrañas de Morena Puebla el tema de la posible despenalización del aborto, pos ha terminado por exhibir que cada uno tiene su propia agenda y hasta sus intereses bien marcados.

Y es que en los últimos días el tema ha estado de nuez al rojo vivo, tanto así que desde el Congreso cemitero se llamó pa’ que las comisiones de Salud y Procuración de Justicia se pongan las pilas pa’ discutirlo sabroso.

Así como lo leen, mis valedores, y es que mientras ya las mentadas bancadas se van alineando pa’ hacerle frente a la discusión, otras de a perdis hasta parece que estarían al sobres pa’ dejarlo pasar.

Es más, como era de esperarse los pitufos ya la han ido cantando pa’ adelantar que nel, no apoyarán la despenalización del aborto.

Pos donde están más atorados que un tragamonedas, es en Morena.

Resulta que el secretario general, Agustín Guerrero, prendió la mecha al jurar y perjurar que no es necesario que el Congreso lo termine legalizando.

Nel, pos ya hay condiciones pa’ que las mujeres realicen estás prácticas en los hospitales públicos, ¿y las promesas hechas en otras campañas, la deuda histórica que han presumido por años, el mensaje polaco, también no es necesario?

Y es que la Netflix, en varios círculos de Morena los dichos del Agustín calaron hondo, mis carnales, tanto así que la dipu federal, Julieta Vences respondió macizo.

Le reclamó duro y directo, pos sus dichos “estigmatizan, criminalizan y desvirtúan la lucha del movimiento feminista por las libertades de mujeres”.

Como quien dice, banda, le acabó leyendo la cartilla por dónde va el sentido de una legislación de esta clase, pos el mensaje es el mensaje.

Si eso no fuera suficiente, mis carnales, la sorpresa quedó en el mismísimo terreno de la bancada morenista, que aplicaron la de acabar nadando de a muertito.

Es más, el líder del Congreso, Edgar Garmendia, se quedó bien cortito al decir que nomás no hay consenso entre los diputados y, de plano, ni se ha abordado el tema.

Pos si a esas vamos, ¿no tendría que estar al tiro, manejando las posiciones de cada diputado, pa’ no quedar con los brazos cruzados?

Pareciera que cada moreno lleva sus propias agendas y, en una de esas, que no sorprenda que apliquen la de la priista, Lidia Ocaña, que dijo que mejor primero le preguntará a su partido cómo debería de votar.

Ya no sorprende el desdén y el zacatito pal’ conejo, pos sí cómo ruletean el debate, leyes y reformas cuando les da la gana.