No sabemos si por exceso de confianza o por pleno desconocimiento, la secretaria general del Congreso de Puebla, Fernanda Godos, rechazó el apoyo que se le ofreció para cerrar con vallas los accesos a las calles 3 y 5 Poniente y garantizar así, el paso de los diputados.

La sesión de ayer, donde se despenalizó el aborto, no se trató de una cita más ni de una clausura cualquiera del Periodo Ordinario.

Activistas tanto a favor, como en contra, habían anunciado diversas manifestaciones previo, durante y después de la votación de los diputados sobre el tema. La cita de ambos contingentes era justamente en la sede del Poder Legislativo.

De ahí que la negativa de Fernanda Godos para blindar el acceso a los legisladores genere, cuando menos, señalamientos.

Ante la falta de precauciones, un grupo de personas, con rosario en mano, sitiaron el Congreso y agredieron a diputadas que intentaban entrar, atropelladamente, al recinto legislativo.

Entre los llamados “pañuelos azules” estaba Francisco Javier Torres Sánchez, personaje que reapareció reviviendo los tiempos en que participaba en el Frente Universitario Anticomunista (FUA).

Torres Sánchez, un radical de la administración de Luis Paredes y con una formación de la ultraderecha, no dudó en agredir y empujar a la diputada Silvia Tanús Osorio, como muestran los videos difundidos en redes sociales.

En las tomas también se observa cómo se gestó la trifulca en donde periodistas, reporteros, personal legislativo, policías y activistas -de ambos bandos- se mezclaron entre empujones, gritos y manotazos.

Sobre la 3 Poniente los palos, con los que buscaban “defenderse” quienes portaban rosarios en sus manos, fueron utilizados contra los uniformados que pretendían poner orden.

Fueron las mujeres de los “pañuelos verdes” quienes lograron imponerse en número y también replegar -de manera brusca- al grupo que insistía en evitar la votación.

Aunque al final se concretó y se aprobó la despenalización del aborto en Puebla hasta las 12 semanas de gestación, con 29 votos a favor, siete en contra, cuatro abstenciones y una ausencia; la gresca pudo dejar heridos de consideración. Y todo, por una negativa.