El tema del “traspaso de votos” que habría realizado o al menos tolerado el personal del Instituto Electoral del Estado (IEE), para que Fuerza por México mantenga el registro, sumará otro capítulo más este martes.
Será Acción Nacional quien, de la mano de su presidenta estatal Augusta Díaz y su representante electoral, Óscar Pérez, pida al Consejo General del INE la remoción de todos los consejeros electorales de Puebla.
La petición se sustentará con las presuntas irregularidades que cometió el IEE, a los ojos de Acción Nacional.
Y aunque llama la atención que las protestas se presenten dos meses después de la elección, sin duda pondrán al IEE Puebla en la mira. Eso no quiere decir que automáticamente mañana vayan a destituir a los actuales consejeros locales.
A la gravedad de la llamada “transferencia de votos” se suma otra acusación tanto o más importante. Óscar Pérez ha denunciado que el IEE no ha querido darle una copia de las 215 actas de cómputos municipales, esas que se debieron generar antes de la entrega de las Constancias de Mayoría a los futuros alcaldes.
La ausencia de estas actas fue comparada por los panistas con la situación que vive Venezuela, donde el dictador Nicolás Maduro ha insistido en que ganó su reelección sin transparentar las actas donde se asentó la voluntad del pueblo venezolano.
En los próximos días habremos de conocer el camino jurídico de estas solicitudes, ¿Ocasionarán renuncias obligadas?
Veremos y diremos.
El huachicol un barril de pólvora
Nuevamente en la Carretera Federal Puebla-Atlixco se presentó un incendio de enormes proporciones que generó nubes negras, achicharró vehículos y causó la movilización de los cuerpos de emergencia en la zona conurbada.
Hace poco más de un mes, otra conflagración de dimensiones considerables se registró en la misma carretera, pero a la altura de Chipilo.
Ambos incendios comparten un olor característico, ese hedor a huachicol. Tanto el 2 de julio como ayer, una pipa de combustible se encontró en la zona del desastre.
Antes de concluir las primeras investigaciones, las autoridades descartaron que el origen de tan aparatosas conflagraciones fuera el robo de combustible.
Después de un mes, el caso del incendio en Chipilo prácticamente quedó sin respuesta pese a que apesta a huachicol, algo así como si se tratara de un hecho aislado… o peor aún del elefante que está al centro de la sala y nadie ve.