Falta menos de un mes para que la actual legislatura concluya sus actividades. Los diputados locales pasarán a la historia por grandes claroscuros.

De entrada, la publicación de ayer en el Periódico Oficial del Estado para oficializar la despenalización del aborto en Puebla será uno de los legados más sociales que podrán presumir.

Después de décadas, la entidad dejará de mandar a la cárcel a mujeres, hombres y médicos que permitan interrumpir un embarazo.

Las reformas al Código Penal buscan que los procedimientos se realicen en condiciones higiénicas y con ello, disminuir o erradicar la mortalidad de mujeres a consecuencia de la clandestinidad.

En contraste, nuestros salientes diputados también serán recordados por aprobar leyes que golpearon terriblemente el bolsillo de los poblanos como la autorización que dieron para que Agua de Puebla pueda incrementar sus tarifas cada tres meses.

Lo hicieron a sabiendas de las múltiples quejas por la carencia del servicio en muchas colonias de la capital y de los cobros excesivos de la concesionaria que llegó con el morenovallismo.

Las reformas a Ley de Bebidas Alcohólicas serán un documento que causará enormes dolores de cabeza en el momento de su implementación. Tanto así que muchos de los ayuntamientos aún no terminan de aprobar los reglamentos y las modificaciones necesarias en sus Cabildos.

Quienes presuman ser integrantes de la LXI legislatura también cargarán en su haber la falta de voluntad y hasta de empatía con las personas buscadoras.

La llamada Ley de los Desaparecidos quedará en la congeladora dejando en el desamparo a cientos de madres, hermanas, padres, hijos y abuelos que necesitan ese marco legal para paliar, un poco, la incertidumbre en que “viven” cada día, mientras continúan “hasta encontrarles”.

Y digo que se trata de una falta de voluntad política porque cada día es más claro que se realizará una sesión más. En ese llamado extraordinario se atenderán las últimas iniciativas del Poder Ejecutivo, en las que se podrían aprobar ajustes a la Administración Pública.

La fusión de secretarías, la creación de otras y el ajuste de unas más, sería parte de la cortesía política que el gobernador saliente, Sergio Salomón tenga para con su sucesor, Alejandro Armenta.

Un detalle más es que será una legislatura, la primera, que habrá designado de entre sus integrantes a un gobernador. Uno de los actos que sin duda quedarán para la historia del estado.

Los diputados salientes habrán dejado sin resolver, en el limbo, unas mil iniciativas. Muchas de ellas sin sentido alguno, otras quizá serán completamente irrelevantes, unas más habrían sido históricas.