Meses van y meses vienen. Escuchamos discursos de presidentes, nos presentan nuevas estrategias de combate al crimen y al final, la inseguridad en las carreteras de nuestro país crece y crece.
Los asaltos a transportistas y conductores son el pan nuestro de cada día. Videos de choferes o familias que lograron esquivar a la delincuencia, casi siempre realizando maniobras peligrosas, son cotidianos.
Ayer mismo, “Estado de México” fue tendencia por horas. Los usuarios de “X” compartían el video de una familia que el miércoles, a plena luz del sol, estuvo a punto de ser asaltada en la carretera federal México – Texcoco – Calpulalpan. Sujetos que viajaban en una camioneta Honda, color roja, descendieron de la unidad para amagar con armas al conductor que logró evadirlos, manejando en reversa.
Las voces del conductor y sus familiares transmiten el miedo y la incertidumbre. Ese es el sentir de quienes por recreación, trabajo, salud o necesidad, tienen que trasladarse por las carreteras de nuestro país.
Las bandas, de las que en este espacio hemos hablado, tienen perfectamente establecidos los puntos de acción. Hace 11 meses, el 23 de febrero, en la entrega Asaltos Exprés, la ubicación que hasta Maps conoce le conté que eran tan frecuentes los atracos en un punto de la México -Puebla que hasta las aplicaciones de GPS ya contaban con un identificador.
El modus operandi es muy conocido por quienes circulamos las carreteras del país, pero el colmo es que las propias autoridades se hagan de la vista gorda.
En las fotos del sitio es posible encontrar desde recomendaciones para que circules por el carril de baja velocidad hasta fotografías de las piedras que quedan en el pavimento tras algún asalto.
El sitio es ampliamente conocido y difundido en redes sociales, tanto como en su peor momento se podían observar las camionetas que vendían huachicol y que se identificaban perfectamente.
El tema también lo comentamos en el programa El almuerzo y hasta subí un tik tok a mi cuenta. Las reacciones y comentarios no se hicieron esperar. A pesar de la viralización y del reclamo a las autoridades, principalmente a la Guardia Nacional, ese tramo que conecta a ambas entidades, justo antes de llegar a San Martín Texmelucan, continúa siendo de los más riesgosos. Nadie en su sano juicio se atreve a hacer una parada ahí.
Meses después, en agosto, nos enteramos que justo en esa misma carretera, una legisladora poblana fue víctima de un secuestro exprés. Los delincuentes accedieron a soltarla hasta que corroboraron que se trataba de una integrante del Congreso de la Unión. El llamado a reforzar la seguridad se repitió. La reacción del gobierno federal, la misma.
Empresas de transportes de mercancía, de pasajeros y hasta turistas, hoy optan por no realizar viajes entre la capital del país y Puebla, por la noche.
Estos son los “otros datos”, esos que un día sí y otro también dañan a los transportistas mientras realizan su trabajo. Su protesta, que hoy desquiciará el tránsito en la Ciudad de México es un reclamo más que justo.
Ahora habremos de conocer si en Palacio Nacional vuelven a colocar las vallas y se atrincheran como AMLO o si tienen la sensibilidad de atender las demandas del “pueblo bueno”.
Veremos y diremos.