Donald Trump no había cumplido ni las primeras 24 horas en su encargo como presidente de Estados Unidos cuando firmó una docena de órdenes ejecutivas que lo mismo incluyeron revocar el programa de energías limpias, que eliminar el home office para los burócratas

A nuestro país el desenfreno le llegó como remolino. El cambio del nombre al Golfo de México, que sólo aplicará en el territorio norteamericano, fue lo menos grave. La advertencia de una deportación masiva se sumó a la declaratoria de “emergencia nacional” en su frontera sur. Mientras Trump designaba a los cárteles mexicanos como terroristas, en este lado del río Bravo, familias enteras lloraban por la desaparición de la aplicación CBP One

Y cuando tratamos de asimilar el impacto de las primeras declaraciones, que buscaban complacer a sus votantes, vino la bomba económica: aranceles del 25% desde el 1 de febrero

Las acciones del presidente número 47 de la Unión Americana también reflejaron su ala conservadora y negacionista. Los militares que fueron dados de baja por no vacunarse contra Covid-19 serán reinstaurados -con todo y el pago de sueldos caídos-. Estados Unidos abandonará los acuerdos ambientales de París. En el país vecino sólo existirán dos géneros: femenino y masculino. Bajo el pretexto de gasto excesivo y de recuperar fondos, Trump retirará a su nación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los verdaderos alcances de todas las órdenes ejecutivas que presentó ayer y que continuará firmando en los próximos meses, aún no podemos ni imaginarlos

Aunque el presidente insiste en que realizará deportaciones masivas, el riesgo de cumplir a rajatabla esa amenaza es que los norteamericanos se quedarán sin personal que realice los trabajos y servicios que hoy atienden nuestros connacionales. Protestas como “un día sin migrantes” han demostrado que la economía y la actividad productiva de EEUU se sostiene sobre la espalda de esas mujeres y hombres que tanto rechazan

La deportación masiva, con la que Donald Trump azuza, nos hace preguntarnos cuál será la estrategia de la administración norteamericana para “regresar” a todos esos migrantes que no son mexicanos a sus países de origen, porque hoy por hoy en Estados Unidos la mayoría ya no son mexicanos. Actualmente encontramos gente que proviene de El Salvador, Honduras, Venezuela, Cuba, Haití e incluso del continente africano

Preocupados y ocupados

En este escenario, el gobernador Alejandro Armenta destacó que su administración está preparada para recibir a quienes por decisión u obligados retornen a sus comunidades, en Puebla

Recordemos que la cercanía de Armenta con la comunidad migrante ha sido construida desde hace años, de ahí que su anunció de empleo formal y vivienda resulte una promesa viable.

En contraste, el programa federal “México te abraza” que incluye una tarjeta con 2 mil pesos y acceso a atención médica en el IMSS Bienestar, resulta un insulto para quienes ante la falta de oportunidades, seguridad, educación y hasta salud, tuvieron que abandonar su tierra, atravesar un desierto y vivir con la sombra a cuestas, en un país extranjero

Hoy necesitamos propuestas serias y no discursos populistas

Ya lo dijo la poeta anglo-somalí Warsan Shire: “No one leaves home unless / home is the mouth of a shark” (Nadie deja su hogar, salvo que su hogar sea la boca de un tiburón).