El retorno del ex senador panista, Roberto Gil Zuarth, a Puebla resultó bastante desafortunado.
Su show mediático, con el que protestó por no pasar los filtros para ser candidato, en la elección para ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), terminó por realizarse en un sitio inadecuado. Si deseaba inconformarse por la Reforma Judicial Federal, la protesta debió llegar a Ciudad Judicial y no quedarse, cómodamente, en el Centro Histórico, donde la representación es estatal.
Antes, la página oficial de Facebook de Acción Nacional Puebla anunció la cancelación de su conferencia: “Implicaciones: Reforma Judicial y el futuro de México”.
El último clavo al ataúd de su visita lo colocó él mismo con una declaración que velozmente tuvo acuse de recibo.
Gil Zuarth intentó lavarse las manos en un delicado proceso que generó la detención y el encarcelamiento del exauditor, Francisco Romero Serrano.
Palabras más, palabras menos, dijo que su despacho, Accuracy Legal & Consulting, sólo prestó asesoría en temas energéticos y de mejora regulatoria al gobierno de Miguel Barbosa.
Soslayó que no tuvo nada que ver con la destitución del exauditor y que conoció del tema por notas periodísticas.
También negó que su influencia con Miguel Barbosa, a quién sucedió como presidente de la Cámara de Senadores en septiembre de 2015, fuese tan fuerte como para recomendar a personajes que hoy se encuentran bajo el escrutinio de la ley, como la extitular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro.
Pero sus dichos tuvieron contestatario.
Paco Romero, desde su cuenta de “X” lanzó un video en el que recordó un email que involucra directamente al despacho del panista:
“No sé si ya se le olvidó que hubo algunas instrucciones que salieron de un mail de su despacho destinado a todos los sujetos de revisión”.
En relación a las declaraciones de @rgilzuarth afirmó que tiene memoria corta y cola larga... @contracara68… pic.twitter.com/hxgiPMiGMm
— Paco Romero (@Pacors56) February 20, 2025
Romero Serrano ahondó en que esa misiva daba las estrategias legaloides para que los sujetos obligados no respondieran a los llamados y requerimientos de la Auditoría Superior y así obstaculizar la fiscalización, cuando él era el titular de la ASE.
Y aquí entra otra exfuncionaria pública que ayudó a concretar la guerra interna: Amanda Gómez Nava, entonces titular de la Función Pública.
Con sonrisas, Paco Romero cuenta que quedaron rastros del complot porque los propios sujetos obligados respondían, vía electrónica copiando un machote que tenía, por dirección original, un email vinculado al despacho de Roberto Gil Zuarth.
En otras palabras, que la post verdad que intentó construir el panista lavándose las manos, se le estampó en la frente.
¿Será este email, el hilo que ayude a deshacer la madeja y permita fincar responsabilidades a las dos exfuncionarias públicas, en la época de Miguel Barbosa?
Veremos y diremos.