El conflicto binacional que México enfrenta con Estados Unidos deberá servir para que la presidenta Claudia Sheinbaum realice una reflexión sobre el peso de sus palabras y la importancia de mantener una mayor mesura ante los arrebatos y berrinches de un presidente como Donald Trump.
Adicionalmente, Sheinbaum deberá evaluar si la estrategia de negar el llamado que lanzó el domingo pasado fue la mejor. Habrá que recordar que en esta áspera relación, los mensajes emitidos desde este lado de la frontera no son exclusivamente para las huestes de la 4T, como suele suceder con las mañaneras; lo son también para los connacionales que enfrentan las redadas en el país de las barras y las estrellas.
Y claro, sobre cada uno de los discursos de Sheinbaum Pardo además están puestos los ojos de las autoridades norteamericanas, entre ellas un presidente que disfruta de hacer del caos su peculiar estilo de gobierno y que utilizará cualquier excusa, por minúscula que parezca, para empoderarse más.
A Claudia Sheinbaum, como a muchos de quienes hoy ostentan altos cargos públicos, cambiar el chip de activistas a autoridades no les ha sido fácil. Constantemente son traicionados de manera inconsciente por ese ADN.
Marchas, plantones, protestas, cierres de avenidas, tomas de casetas y hasta quema de estaciones de la CFE son parte de las movilizaciones que como activistas promovieron y justificaron, y que hoy, desde el otro lado de la barra, ven con recelo.
El bumerán del activismo fue lo que llevó a la presidenta a lanzar aquellas palabras sobre una ‘movilización’ de connacionales en Estados Unidos. Una reacción en medio de la efervescencia política-económica.
Ni más ni menos.
Mascotas y su ‘CURP’
Cuando se nos informa que los diputados buscan crear un padrón de registro de números telefónicos o que tenemos que entregar nuestros datos biométricos para algún trámite, siempre mostramos recelo. Y en un país como el nuestro, donde las bases de datos están a la venta en el mercado negro, eso es mera protección.
Sin embargo, en esta semana que se desató el furor en redes sociales por realizar el registro de tenencia de nuestros compañeros peludos, mejor conocido como la CURP de mascotas, me llama la atención la celeridad con la que cientos o para ser precisos, mil usuarios en Puebla, accedieron a subir fotos con su mascota junto a sus documentos personales digitalizados para un trámite que, en el estado, no es obligatorio.
Nadie discute el gran avance que representa que los poseedores de un animal de compañía se comprometan con el cuidado y la salud de las mascotas, sin embargo, el boom que se registró esta semana ante un rumor, nos hace cuestionarnos si responderíamos con la misma agilidad si se tratara de entregar nuestros datos personales para otro tipo de registro.
No cabe duda, cada vez ganan más terreno los seres sintientes.