La doctora Martha Patricia Moreno Hernández, coordinadora de Pediatría del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, explicó que la llegada de un bebé puede generar temor y dudas, sobre todo para los padres primerizos, ya que en muchas ocasiones no están seguros de los cuidados que necesita el recién nacido o si algunas circunstancias pueden considerarse normales.

Detalló que la leche materna es el alimento ideal y contiene todos los elementos nutritivos que necesita para su crecimiento y desarrollo, así como las sustancias que lo protegerán contra infecciones y alergias. La cantidad y calidad de la leche materna es suficiente, por lo que, no es necesario dar otros alimentos antes de los seis meses.

“Si por alguna razón o causa médica, la madre no puede alimentar al bebe con su leche materna, solo el pediatra o médico familiar puede prescribir una fórmula infantil en polvo, para sustituirla en forma temporal o definitiva. No se debe dar leche entera de vaca, burra o cabra, ya que pueden causar alergias o sangrado intestinal”, precisó la especialista.

En cuanto al baño, se recomienda que sea a diario con agua tibia y usar jabón neutro, primero hay que lavar la cabeza y cara, cuidando sus ojos, después el resto del cuerpo, tallando con las yemas de los dedos, los pliegues de brazos y piernas, este no debe exceder los 10 minutos.

“La luz de día contribuye a sintetizar la vitamina D y controlar el raquitismo. La exposición debe hacerse durante cinco minutos diarios, a través de una ventana en donde la luz no entre directamente y evitar los horarios en los que las radiaciones son más intensas”, recomendó la pediatra.

Para prevenir accidentes, no deje solo al bebé, aun cuando esté dormido, evite poner a su alcance cojines, trapos, juguetes de peluche o tela o plástico que accidentalmente puedan tapar su carita y ahogarlo o asfixiarlo, asegurarse que en el lugar donde se acueste no haya mosquitos, arañas, alacranes o algún otro tipo de animales nocivos.

Ante cualquiera de los siguientes signos de alarma como: el bebé se nota decaído, presenta reflujo, diarrea, sangrados en cualquier sitio, dificultad para respirar, secreción del cordón umbilical, uñas o labios morados, piel amarillenta, llanto continuo o fiebre, es importante llevarlo inmediatamente al servicio de Urgencias del hospital más cercano, para ser valorado.