Cuatro mil 11 kilómetros cuadrados están afectados a raíz de la contaminación del Alto Atoyac, según indicaron los resultados preliminares del análisis “Metales Pesados: distribución y concentración histórica en el río Atoyac”.

La investigación, encabezada por Romeo Saldaña Vázquez, investigador del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga (IIMA) de la Universidad Iberoamericana Puebla, en la cuenta del Atoyac se presenta contaminación de arsénico y cadmio a raíz de las actividades industriales.

Otros componentes encontrados fueron cromo, cobre, mercurio y níquel con niveles por encima de las normas internacionales.

“Los ríos son terribles biológicamente hablando, paisajistamente hablando. Muchos no parecen ríos. La realidad del Atoyac es muy compleja, tenemos un deterioro de la cuenca muy alto, causado por actividades antropogénicas, de tipo agrícola y de tipo industrial. La contaminación llega a los ríos y se traduce en riesgos para la salud de las personas que vivimos en esta cuenca”, explicó.

El especialista dijo que las empresas contaminantes carecen de un monitoreo de los metales que vierten al agua, a pesar de que es bien sabido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que emiten polución.

“Contrario a lo que podíamos pensar, para algunos aspectos no está sobrediagnosticada como se piensa. Son muy pocos los que han hecho esfuerzos para evaluar aspectos como el costo económico para diferentes sectores y la presencia de metales pesados (…). Falta monitoreo de metales pesados en lo que corresponde al estado de Tlaxcala, donde tienen un montón de industrias que formalmente declaran a la Semarnat que emiten contaminantes. No sabemos qué está pasando, qué contaminantes están emitiendo”, explicó el especialista.

Por ello, hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general a tomar acciones para frenar la contaminación del Río Atoyac, que ya afecta a más d 22 municipios de Puebla y 48 de Tlaxcala.