Una trabajadora perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadanía (SSC) sobresalió durante la marcha del 8 de marzo y, entre las feministas, al denunciar que durante la dirección de Ramón Celaya Gamboa se presenta discriminación contra mujeres, obligándolas a resguardar el Palacio de Gobierno con salario deficiente.

Consciente que será sancionada por un posible procedimiento administrativo, la trabajadora de nombre Marlene, levantó la voz dentro de la manifestación, informando que a ella la obligaron a estar detrás de las vallas para resguardar el Palacio de Gobierno.

Sin embargo, no quiso hacerlo, señalando que al interior de la dependencia hay hostigamiento laboral, bajos sueldos a mujeres y preferencias para hombres.

Incluso, manifestó que en la creación de la “Policía Rosa”, al momento, más de 20 mujeres han renunciado por la carga de trabajo, pues es más alta que la de hombres.

“Traen en chinga, hay muchas mujeres que son buenos elementos y no las dejan ser jefas y no les dan la misma facilidad que a los hombres”.

Exigió a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros visitar la dependencia, y ver cómo se encuentran sus compañeras, además, no ser omisa ante necesidades de las mujeres.

Informó que alrededor de ocho mujeres fueron afectadas en sus suelos al negarse a participar en la marcha feminista, resguardando los edificios, mientras que otras más sin ser relevadas de sus puestos de la noche a la mañana, si levantan la voz.

En este sentido, dijo que desde hace un mes le fue recortado su salario sin previo aviso, pese a que sigue firmando como jefa de departamento en el área de Vialidad, en los hechos no desarrolla tales funciones y su cheque es de la mitad de lo que venía percibiendo.

“No me importa, sé a lo que me enfrento, pero es necesario que levante la voz y que me escuche la máxima autoridad del estado”.

Finalmente, apuntó que ha girado escritos de apoyo a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), sin respuesta alguna.