Tras la manifestación del 8 de marzo, en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, cuando se utilizó gas lacrimógeno y un vehículo antimotines contra feministas, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros señaló que las manifestantes “tuvieron el cobijo” del gobierno del estado.
Incluso detalló que las feministas contaron con el suficiente espacio para manifestarse y con todo el respaldo del gobierno.
Al ser cuestionada si el uso de gas lacrimógeno continuará en futuras manifestaciones, informó que existe un protocolo que se tiene que seguir en caso de manifestaciones.
“Nosotros seguimos siempre con el protocolo que se nos marca en cumplimiento de alguna manera de los derechos humanos, y nosotros hemos cumplido con ese protocolo y lo seguiremos haciendo”.
Negó que con estos actos se vulneren los derechos humanos de los y las manifestantes, ya que está estipulado para garantizar la protección de la misma ciudadanía.
“Grupos radicales”
En este mismo orden, el secretario de Seguridad Ciudadanía (SSC), Ramón Celaya Gamboa, recordó que existieron hombres durante la marcha calificándolos como “grupo radical” y “anarquistas”, recordando que a nivel nacional en ninguna manifestación del 8 de marzo se permite la actuación de hombres.
Detalló que no hubo detenidos de la sociedad civil ni heridos, salvo por parte de la Policía Estatal.
“Todo era necesario, si no hubiésemos utilizado el uso de gas lacrimógeno hubiera caído la valla y el enfrentamiento hubiera sido directo, lo que podría haber ocasionado más heridos”.
Sobre el supuesto acoso de un elemento de seguridad femenino quien denunció estos actos durante la marcha, el titular de SSC dijo que no existe ninguna denuncia al respecto.
Señaló que la elemento tiene una situación de tipo laboral administrativa desde noviembre, por destrucción de un vehículo propiedad del gobierno del estado.
Afirmó que no existe acoso laboral y a ninguna mujer se le obligó a participar en el operativo.
Recordó que este apoyo de municipios se deriva del acercamiento de elementos estatales para resguardar a la población durante fiestas patronales de cada comunidad.
