Este lunes, el Consejero Presidente del Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Tlaxcala, J. Jesús Lule Ortega, instruyó presentar las denuncias correspondientes ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FISEL) por la destrucción de cuatro paquetes electorales de las elecciones federales en el municipio de San Lucas Tecopilco, entre la noche del 1 de junio y la madrugada del 2 de junio.
En lo que fuera la reanudación de la sesión extraordinaria de seguimiento de la Jornada Electoral iniciada la mañana del domingo, pidió al Secretario del Consejo Local coordinar con la Junta Distrital 02, con sede en Tlaxcala, que incluye en su jurisdicción esa demarcación municipal, las acciones legales necesarias al respecto.
En su oportunidad, y tras la conclusión del último informe presentado por la Vocal de Organización Electoral, Mirna Eugenia Garduño Ruiz, en la que dio cuenta de la quema de los paquetes electorales que contenían los votos de las elecciones federales, los cuales fueron sustraídos con violencia, así como la presencia aparentemente de armas de fuego, el presidente del Consejo Local condenó los sucesos a los que calificó como hechos de barbarie que atentan contra la voluntad ciudadana expresada en las urnas, los cuales se replican cada elección.
Reprochó que el actuar de los candidatos y los partidos políticos que organizan ese tipo de acciones contra las y los ciudadanos que conforman las casillas, no corresponde, en modo alguno, con la civilidad con la que se comportó la ciudadanía durante la Jornada Electoral.
Recordó que en el territorio tlaxcalteca fueron instaladas mil 721 casillas y se presentaron 106 incidentes, es decir, aproximadamente uno por cada 17 centros de votación, que, por su naturaleza menor, no necesariamente empañaron el desarrollo de la votación y las actividades que se efectuaron durante ocho horas en las casillas electorales.
“Entonces no corresponde a las acciones de la ciudadanía sumamente participativa; seguramente ustedes habrán seguido el Programa de Resultados Electorales Preliminares, donde tenemos más del 70% de participación ciudadana para Tlaxcala; ahí se nota el interés de la ciudadanía por acudir a las urnas, atendiendo al llamado que todos hicimos en su momento”, expresó.
“Los actores políticos deben tener más pedagogía política”, afirmó contundente Lule Ortega; y agregó: “pedagogía política entendida como aquella regla de la democracia que dice que el que tiene más votos gana, y que entonces tienen que enseñarse a respetar el resultado emitido por los ciudadanos, la voz ciudadana, así sea con la diferencia de un solo voto”.
“Creo que eso nos falta como sociedad y sobre todo a los actores políticos y creo que debe ser algo que los llame a la reflexión”, insistió.
El titular del INE sentenció que en Tlaxcala no se puede continuar indefinidamente, elección tras elección, “con los mismos actos de barbarie contra la expresión ciudadana que se depositó en las urnas, porque instituciones y sociedad en su conjunto trabajaron para salvaguardar el derecho al voto de los ciudadanos y el destruir los votos que depositaron los ciudadanos en las urnas es no respetar su derecho a haber votado y que cuenten para el resultado de las elecciones”.
A la condena se sumaron las consejeras electorales Edith Salazar De Gante y Yuliana Bueno Delgado, quienes lamentaron que el esfuerzo de Capacitadoras y Capacitadores-Asistentes Electorales (CAE) y de ciudadanas y ciudadanos para prepararse de cara a la elección no obtenga los resultados esperados, impactando negativamente en el interés por participar ante los hechos violentos que se presentaron.
“Es una falta de respeto a la ciudadanía”, indicó Bueno Delgado, quien exhortó a pobladores afiliados a partidos políticos a no formar parte de este tipo de atrocidades en pleno siglo XXI.
Finalmente, el Consejero Electoral Juan Carlos Rivas González refirió que el proceso electoral en curso avanza conforme a lo que marca la ley, que es la carta de navegación del mismo, pero es responsabilidad de quienes concurren en éste, crear las condiciones para el tránsito en una ruta civilizada, en la que los protagonistas son las y los ciudadanos.