Tal parece que al interior del Congreso andan como el ajonjolí de todos los moles, paro a la conveniencia de los diputados, porque muchas ganas no se les ve para dar salida al famoso juicio político contra los malogrados petistas Miguel Ángel Covarrubias Cervantes y Lorena Ruiz García.
Y es que los expedientes permanecen abiertos, empolvándose sin ser resueltos, es más, en el caso de Miguel Ángel Covarrubias hasta parece que a los diputados se les olvidó que enfrenta acusaciones por supuesto uso electoral de programas sociales y, lo peor de todo, es que un segundo señalamiento ni siquiera es público.
Mientras tanto, Lorena Ruiz aún debe responder por presuntamente negarse a pagar un laudo laboral en el ayuntamiento de Apizaco, allá por 2018.
El mensaje de los diputados es pésimo y exhibe que más allá de las filias o fobias, de plano ya colgaron las botas navideñas. (LS)
Dirigencia del PAN, tirito cantado
Si ninguna sorpresita se presenta, en el PAN Tlaxcala el tiro por la dirigencia estatal ya estaría cantado, entre dos fórmulas opuestas: Minerva Hernández, apoyada por los pitufos aliancistas, y Miriam Martínez, esposa de Ángelo Gutiérrez, alcalde de Apetatitlán, y apoyada por Pablo Badillo, edil de Apizaco.
Esta franca lucha sin cuartel tendrá como resultado la línea que seguirá el PAN en el estado por los siguientes años, incluyendo las mentadas elecciones de 2024, preciado botín que nadie está dispuesto a ceder.
Y aunque en el terreno Minerva Hernández parece llevar las de ganar por el apoyo que representa a su causa Adriana Dávila, Pepe Temoltzin y Lilia Olvera, no vaya a ser que de espinas esté lleno su camino y del plato a la boca se le caigan las próximas candidaturas que, cuentan lo que saben, ya se las están relamiendo. (LS)
¿Frágil gobernabilidad en Yauhquemehcan?
Cada vez más Yauhquemehcan se está convirtiendo en bomba de tiempo, pues al interior del ayuntamiento resuena la solicitud de despido de la tesorera Gabriela Chimal Cabrera bajo el argumento que no cumple el perfil para ocupar el puesto.
Pero ahí no queda la polémica, porque también los regidores van por las cabezas de los trabajadores recientemente incorporados al ayuntamiento, siguiendo el ejemplo del Congreso del Estado.
La cosa se complica ya que la presidenta municipal Anita Chamorro hizo valer su poder para rechazar las solicitudes del Cabildo y abordar en sesiones sólo los temas agendados, lo cual fue mal visto por los presidentes de comunidad quienes acusaron no ser tomados en cuenta.
¿Será que la gobernabilidad en Yauhquemehcan cada vez comienza a ser tan frágil que hasta en las sesiones de Cabildo no hay certeza acabarlas de acuerdo a la ley? (LS)