Habrá que estar pendientes del rumbo que tengan las revisiones a las cuentas internas de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, pues ya se esperan verdaderas bombas que pondrían a temblar a quienes se dieron vida de lujo.
Y es que se habla que Víctor Manuel Cid del Prado Pineda tendría a cuentas una larga lista de presuntas irregularidades, que podrían terminar en implicaciones legales para él.
Ha trascendido que al menos 1.1 millones de pesos estarían bailado, al ser parte de supuestos malos manejos donde, se habla, también empresas factureras están implicadas.
Al menos por el momento, ya hay conocimiento del caso en la cancha de las autoridades fiscales, quienes en breve podrían llamar a cuentas al extitular, incluso, el tema está tomando camino en el propio Órgano de Fiscalización Superior.
¿Será que la guillotina caiga finalmente sobre Víctor Manuel Cid del Prado Pineda, y salgan a relucir más escándalos en su contra?
Al menos hay voces en el Congreso y en la propia Comisión Estatal de los Derechos Humanos que ya se relamen los bigotes por caerle encima.
¿Será? (CPG)
Inseguridad, una pisadera de callos
Tal parece que la inseguridad seguirá siendo un tema áspero en el estado, pues las contradicciones están más presentes conforme se intenta tapar con un dedo la ola de violencia que azota a los municipios.
Mientras las inconformidades por linchamientos, asaltos, homicidios, trata de personas y feminicidios están a la orden del día, y comprometen la gobernabilidad de Tlaxcala, hay un gran tema pendiente: la certificación de los policías municipales.
La contradicción es simple pero vergonzosa, pues en tanto Maximino Hernández Pulido, titular de la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, urge que los policías sean certificados para sus labores, la realidad es otra.
Y es que el presidente municipal de Xaltocan, José Luis Hernández, despidió a los oficiales, luego del escándalo vivido en la zona por la muerte de un hombre en los separos.
¿Hasta cuándo entenderán las autoridades que no basta con declarar al aire sino cumplir con la exigencia básica de la ciudadanía?
Ya basta de jugar con la seguridad y tranquilidad de los tlaxcaltecas, de lo contrario, los estallidos sociales se dejarán sentir a caudales. (CPG)