Mientras el estado sigue de “cabeza”, lo que no se cansan de presumir los morenistas de Tlaxcala es el “éxito” de la mentada marcha a favor de la 4T y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Y es que se habla que unos 200 autobuses salieron desde Tlaxcala hacia CDMX para apoyar el capricho presidencial, desde las 02:00 horas del domingo.
Eso sí, no faltaron las amenazas, exigencias y hasta presiones para que trabajadores de la SEPE-USET acudieran, presuntamente, junto con hasta 10 personas extra cada trabajador.
Eso no es todo, cuentan los que saben, que el pase de lista no fue perdonado, y debían portar playeras blancas sin logotipos y pantalón de mezclilla, color azul.
¿De dónde habrá salido tanto dinero para cubrir los gastos de transporte y comida? ¿Será que los morenistas ya le “pegaron al gordo” para no tener que justificar los delitos electorales? (LS)
Crece el hartazgo de campesinos
Es de todos conocido la problemática agrícola que enfrenta el estado, sobre todo, tras las malas decisiones que han afectado al sector, como la falta de un seguro para catástrofes en el agro.
Además, la intentona burlesca para entregar a los productores 1 mil 500 pesos por hectárea afectada, lo cual enardeció a los campesinos quienes, sin más que perder, decidieron tomar cartas en el asunto.
Y es que los constantes señalamientos del titular de Impulso Agropecuario, Rafael de la Peña Bernal, contra quienes exigen apoyos, caló a fondo.
Tal fue el caso, que apenas lo tuvieron en frente le dejaron en claro que el estado se mueve gracias al campo, tanto así, que lo obligaron a marchar junto con ellos y retenerlo a las afueras del Palacio de Gobierno.
El hartazgo de los campesinos ya es tal que no aceptan menos que diálogo frontal con la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros quien, como es costumbre, nunca está disponible para enfrentar las urgencias del estado.
De entrada, los productores ya pusieron muy alta la vara, ¿qué hará el gobierno para intentar calmar las aguas? (LS)
TSJE, pan con lo mismo
De plano, no se ve para cuándo termine por resolverse la falta de construcción de la Casa de Justicia de Zacatelco, pues desde el Tribunal Superior de Justicia no se mueve ni un dedo.
Y es que a los encargados de impartir justicia en Tlaxcala, nada importa ni las promesas incumplidas, deudas o presuntos despidos del personal.
Se dice que estas medidas “urgentes” son para tratar de cubrir los compromisos generados en el Poder Judicial, aunque los afectados aseguran que no han recibido el finiquito de ley.
Así las cosas en el Tribunal Superior de Justica. (LS)