Vaya indignación la que provocaron las declaraciones de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, al subrayar que “gracias a Dios”, en Tlaxcala no hay casos de trata de personas.

El tema no es menor, pues mientras la mandataria hace lo imposible para “limpiarle la cara” a su gobierno, en medios nacionales, la realidad en el estado es una muy diferente.

Con miras a su Primer Informe de Gobierno, es irresponsable asegurar que la entidad se ha librado de este delito, por el cual, a decir de la mandataria, se ha “estigmatizado” a Tlaxcala.

Es inexplicable que Lorena Cuéllar aborde de forma tan simplista el “cáncer” de la trata de personas, y más que busque ofrecer a toda costa una visión del estado que no corresponde.

¿Qué pensarán las familias que buscan con desesperación a sus hijas en los corredores de la trata, en burdeles de mala muerte, “antros”, esquinas mal vigiladas?

¿O aquellas mujeres obligadas a prostituirse bajo amenazas y violencia de género?

Lo mínimo que se pide a la gobernadora es ser responsable y visibilizar a quienes sufren este delito que, de entrada, continúa a la sobra de todos los gobiernos, incluido el suyo. (LS)

Ernestina Carro, ¿en la tablita?

¿Alguien habrá visto en los últimos días a la procuradora estatal, Ernestina Carro Roldán, luego que recibiera una “lluvia” de quejas, exigencias de renuncia o comparecencias en el Congreso?

Resulta sospechoso que la funcionaria no se haya “asomado” ni de chiste a dar la cara, tras ser exhibida en el Congreso del Estado para que compareciera por los malos resultados en la materia.

Además, sobre ella pesa la exigencia de grupos feministas y colectivos, para que renuncie, pues la credibilidad como “fiscal de hierro” ha quedado reducida a la más llana incompetencia.

Es más, habrá que tomarlo con reservas, pero en redes sociales ya se habla que pronto sería renovada la procuradora, y el cambio se gestaría desde el propio Tribunal Superior de Justicia.

¿Será que las aguas del río ya retumban? (LS)

De tráfico de influencias y oportunistas

Con la novedad que un funcionario de la SEPE-USET, al parecer de buenas a primeras se está queriendo adjudicar un predio en la colonia Loma Xicohténcatl de la capital.

Y es que, cuentan los que saben, el sujeto reclama el terreno con presuntas escrituras falsas, lo cual fue denunciado por la parte afectada.

Es más, tanto así estarían en duda tales documentos, pues ni siquiera se especificaría la dirección correcta del predio.

Para rematar, el “angelito” habría aplicado sus conexiones estatales para tratar de salir al paso, lo cual prendió aún más las alarmas entre los reclamantes.

Lo bueno que la política en Tlaxcala es diferente, si no, cómo estaríamos. (LS)