Con el Primer Informe de Lorena Cuéllar Cisneros algo quedó claro: la opulencia y la seguridad extrema en torno a la nueva clase política, seguirá igual que antes.
Y es que si algo exhibió el evento oficial, es que la burbuja política y gubernamental es ahora totalmente de Morena.
Así lo fue antes con el PRI, el PRD y, ahora, la Cuarta Transformación toma las riendas de los eventos fastuosos para mostrar el “músculo” y hacerse notar hasta a nivel nacional.
Todo se vale para dar una impresión falsa, acorde a la autocomplacencia y justificaciones; el juego de los números y la presunción de lo que llaman “buenos gobiernos”.
Pero si todo es “miel sobre hojuelas”, ¿por qué blindar el informe hasta con las uñas?, ¿por qué no hacer un evento público al aire libre donde todos quepan y, también, todos exijan soluciones más que aplaudir sin cuestionar?
Pero si en evento hasta las enormes pantallas fallaban, qué se puede esperar de un gobierno que a diestra y siniestra presume que “no pasa nada”.
Para el olvido. (LS)
Reclamos, la constante
A pesar del “blindaje” para el Primer Informe de Lorena Cuéllar Cisneros, el mensaje de los grupos que reclaman ingobernabilidad en municipios, así como colectivos feministas fue claro: seguirán alzando la voz.
Y es que si bien se esperaban manifestaciones de campesinos, al exigir más apoyos para el sector agrario, vecinos de Xicohtzinco “opacaron”, junto con activistas, el evento oficial.
Sin contar la denuncia en redes sociales que hizo la activista Yenni Charrez, sobre presuntos actos de censura durante su movilización.
Más allá de los números y las declaraciones oficiales, ojalá ahora sí el gobierno del estado y la mandataria, Lorena Cuéllar Cisneros, se pongan las pilas y atiendan todas las voces.
Tlaxcala enfrenta pendientes de recuperación económica, salud, impartición de justicia y gobierno; ya es tiempo de asumir el compromiso sin importar afinidad u oposición estatal.
El campo, feminicidios y violencia de género, están en la agenda inmediata, no se puede esperar más. (LS)