Pese a que desde el pasado mes de julio de 2016, Intolerancia Diario evidenció que el Relleno Sanitario Intermunicipal situado en el municipio de Quecholac ya había superado su capacidad e incluso, que no estaba operando debidamente y con los lineamientos que exige la Ley para el tratamiento de los desechos; hoy, continúa operando ante la complicidad de las pasadas administraciones, incrementándose el problema de contaminación ambiental y de la Salud de miles de familias.  

De acuerdo con el alcalde de Quecholac, José Alejandro Martínez Fuentes, el Relleno Sanitario Intermunicipal sigue siendo una amenaza al medio ambiente y para la salud de miles de habitantes de diversos municipios de la región; por lo que, recientemente durante la reunión que ediles del distrito 15 tuvieron con el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, le solicitaron le retire la concesión a la empresa privada que mantiene la administración, para que a través de un consejo municipal se puedan procesar los desechos para su reciclaje.  

Tenemos conocimiento que, pese a que ya la segunda celda durante el 2016 ya había superado su capacidad, dicha empresa está trabajando en abrir un tercer bloque, aún pese a que dicho lugar ya no está en las condiciones para seguir operando, representando una grave amenaza para nuestro medio ambiente y sobre todo, a la Salud de los habitantes de varios municipios de la región.  

La petición de los alcaldes de la región a nuestro gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa es que se retire la concesión a dicha empresa, para posteriormente conformar un concejo municipal y aprovechar todos los desechos para el procesarla para su reciclaje mismo que puede ser usado en el ramo de la construcción”, indicó.

En su momento, Intolerancia Diario constató que el lugar concesionado a la empresa Biosinergias Ambientales S.A DE C.V. de 70 por 110 metros de superficie y que recibe más de 100 toneladas de basura a diario de municipios como Tecamachalco, Felipe Ángeles, Palmar de Bravo y Quecholac, se continúa vertiendo la basura alrededor de la primera celda que presuntamente fue clausurada y de la segunda que ya también rebasó sus capacidad.  

Y es que, pese a que deberían ser los 4 municipios antes citados, los únicos permitidos para verter sus desechos, los habitantes del municipio de Quecholac han denunciado que presuntamente el Relleno Sanitario Intermunicipal recibe a diario, de manera clandestina, basura de otras demarcaciones e inclusive, de la Central de Abastos y hasta de Jalapa, Veracruz. 

El irreversible daño ambiental y el clamor de los habitantes 

Cabe mencionar que durante el recorrido de esta Casa Editora se observó que en la entrada a dicho lugar continúan excavando otras áreas improvisadas, una de ellas no cuenta con la membrana de polietileno que se exige para el tratamiento adecuado de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU). 

De acuerdo con las autoridades del medio ambiente, los RSU al degradarse forman un líquido contaminante, de color negro y olor penetrante llamado lixiviado, el cual es altamente nocivo, tóxico y hasta cancerígeno, capaz de contaminar los suelos y las aguas superficiales y subterráneas (acuíferos), además de que el daño ambiental es irreversible. 

Agregan también que la lluvia y la humedad de los residuos, son dos factores principales para acelerar la generación de lixiviados. Situación por la que los vecinos del lugar, desde el 2016 a la fecha, han manifestado su inconformidad pues señalan que, además, de que sus tierras de cultivo se han visto afectadas, la contaminación ha provocado diversas enfermedades entre los habitantes, la proliferación de más de 300 perros salvajes y otras plagas nocivas para ser humano y medio ambiente. 

Aún pese a la molestia social, quienes exigían desde el año 2016 a las entonces autoridades de los tres órdenes de gobierno, su clausura definitiva, éstos fueron ignorados; por lo que, confían que el gobierno de la República que encabeza Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta atienda la solicitud del retiro de la concesión a la empresa Biosinergias Ambientales S.A DE C.V.