El alcoholismo y la drogadicción que hay en la junta auxiliar de San Baltazar Tetela, ha ocasionado un aumento en la inseguridad de esta población, y es que solo hay 16 policías divididos en dos turnos para atender una emergencia de inseguridad para más de 6 mil 800 pobladores de la cabecera municipal y sus dos inspectorías, la de Buenavista y los Ángeles Tetela.

El presidente auxiliar de San Baltazar Tetela, Pedro Morales Maravilla, denunció un aumento de violencia en la junta auxiliar por el excesivo consumo de alcohol y drogas por parte de jóvenes, quienes constantemente se ven involucrados en riñas callejeras, por lo que pidió al ayuntamiento de Puebla que incremente la vigilancia y seguridad del lugar.

En presencia del edil Eduardo Rivera, el presidente auxiliar de la comunidad solicitó la integración de una célula de seguridad en la inspectoría de los Ángeles Tetela.

“La junta cuenta con 16 policías, mismos que no son suficientes para procurar la vigilancia necesaria a favor de los habitantes, especialmente de la inspectoría de los Ángeles Tetela, donde urge una célula de seguridad, debido a que para llegar al lugar se necesitan trasladar a través de a Panga.”

Por lo anterior el presidente municipal Eduardo Rivera, anunció la instalación de una cámara analítica de vigilancia en San Baltazar Tetela, que monitoreará las 24 horas del día en tiempo real la entrada y salida de vehículos en esta comunidad, que es el paso hacia la Mixteca poblana.

Los riesgos

Evidencias científicas comprueban que entre más temprana edad se inicie el consumo de alcohol hay mayores problemas de conducta, afirmó Oscar Diez Martínez, profesor de Psicología de la Universidad de las Américas (UDLA).

El autor del libro “Drogas y Conducta”, explicó que lo anterior se debe a que la formación del sistema nervioso en un adolescente no ha terminado.

Al no estar el sistema nervioso bien formado, permite que el alcohol cause graves lesiones a las neuronas, volviendo a los jóvenes susceptibles a todo.

Indicó que los principales daños en los jóvenes que ingieren demasiado alcohol son inhibición en el control de los impulsos, pérdida de recuerdos, retraso en la toma de decisiones y en el proceso de aprendizaje.