Estas anomalías van desde la repartición inequitativa de espacios, las medidas no aptas para los comercios, la introducción de comerciantes que no pertenecen al lugar hasta la reducción excesiva del número de locales a los pactados y el cierre de vialidades que eran ocupadas por los clientes para estacionar sus vehículos.
Por eso los artesanos que aún quedan en el lugar exigieron hacer modificaciones al planteamiento original del reordenamiento a través de mesas de trabajo con las autoridades en las que participen y planteen alternativas reales que sean tomadas en cuenta y no al “contentillo” de funcionarios y regidores, que ni siquiera acudieron al lugar para ver la realidad de la problemática de loa agremiados.
Entrevistados al respecto, comerciantes de este tianguis sentenciaron que la autoridad municipal debió tomarlos en cuenta para realizar este proceso de reordenamiento, ya que para estos comerciantes que se colocan cada fin de semana los espacios que repartió la Secretaría de Gobernación están mal colocados.
Esto debido a que a partir de la nueva disposición por parte de la autoridad municipal, hay espacios vacíos, puestos demasiado grandes y algunos extremadamente pequeños al grado que los vendedores deben salir por debajo de su puesto, ya que es imposible con los centímetros a los que se les obliga a acatar en cada uno de los espacios.
Las quejas
Los comerciantes manifestaron que entre las principales quejas por las que están inconformes es el hecho de que con la nueva disposición redujeron los espacios para cada uno de los comerciantes a tan solo 80 centímetros, cuando antes de este proceso el espacio autorizado era de un metro con 60 centímetros.
Aseguraron que con esta nueva medida simplemente no pueden ofrecer de manera digna sus productos, ya que en un espacio de menos de un metro no hay forma de que los turistas y los clientes aprecien verdaderamente los productos artesanales que ofrecen.
Señalaron que este problema se genera principalmente en la zona de la 5 Oriente, precisamente la principal entrada al tianguis y donde hay un desorden total, lo cual para ellos es una afectación importante.
De hecho, aseveraron que otra parte es el tema de las mercancías absurdas, ya que hay cuadros que miden más de un metro y medio, por lo que en un espacio de 80 centímetros simplemente es imposible poderlos mostrar, afectando directamente las ventas de los vendedores.
Contrario a esto, señalaron que hay negocios como la venta de muéganos o puestos con miniaturas les otorgan un espacio de más de metro y medio, lo que es un desperdicio de espacio.
Por eso insistieron en que la experiencia de los comerciantes, y la opinión de los clientes —que cada fin de semana asisten a este lugar— hubiera contribuido de manera importante a una repartición justa de cada uno de los lugares.
Nuevos comerciantes
Otro punto del que se inconformaron fue el hecho de que ahora la autoridad municipal decidió permitir la instalación de nuevos comerciantes, es decir, de los lugares a los que obligaron desalojar, ahora la Secretaría de Gobernación determinó abrir una convocatoria para ingresar a quien se le ofrezca.
Esta determinación de la autoridad municipal molestó de manera considerable a los artesanos que por más de 20 años se han instalado, ya que la autoridad permitió que gente que no cumple con la antigüedad del resto de los comerciantes se le otorgaron permisos para instalarse provocando conflictos innecesarios.
Aseveraron que este tipo de irregularidades únicamente afecta a la imagen de la capital, ya que el turista se había acostumbrado a ver una gran cantidad de comercios que ofrecían una cantidad de productos artesanales variados.
Sin embargo, a partir de este proceso de reordenamiento las esquinas y en 40 metros a la redonda están vacías, lo cual para los clientes es un sinónimo de un próximo cambio de lugar o simplemente el cierre de este tianguis artesanal.
Decisiones conjuntas
Los artesanos sentenciaron que esta labor de reacomodo no puede realizarse únicamente por parte de la autoridad municipal, ya que en el proceso deberían participar tanto los comerciantes como los propios clientes y turistas, ya que así conocerían las necesidades y los intereses de todos los involucrados.
La solicitud
Como consecuencia de los conflictos con el ayuntamiento se ha generado una mala imagen de la zona de Analco, por lo que los inconformes urgieron al municipio a modificar el esquema de reordenamiento como modificar el esquema del mínimo y máximo del espacio para un puesto, así como permitir la instalación de más comerciantes en las esquinas vacías, además de impulsar eventos turísticos para promover la zona.