A raíz de este reordenamiento en el primer cuadro de la ciudad, los problemas sólo cambiaron de territorio y ahora quienes están “pagando los platos rotos” son las instalaciones de los diversos hospitales y centros de salud que hay en la capital poblana.
Centros de salud como el Hospital Universitario, San Alejandro, los Hospitales Generales del Sur y Norte, así como diversas clínicas del IMSS han sido invadidos por el comercio informal lo cual ha ocasionado la obstrucción de entradas y salidas de estos lugares y accesos para ambulancias.
Lo anterior ocasionó que los directores de estas instituciones médicas pidieran la intervención del ayuntamiento de Puebla para implementar un plan de reordenamiento inmediato para regular estos puestos ambulantes.
Si bien, no se oponen a la presencia de los informales en estos lugares porque al final es una oferta más barata de alimentos para las personas que se pasan horas, días o hasta meses por cuidar a un enfermo, los responsables ven la urgencia de regularlos y frenar el número que en últimas fechas se ha disparado.
Estas quejas ya fueron atendidas por la Secretaría de Gobernación municipal por lo que ha iniciado acercamientos con las diferentes organizaciones para buscar un esquema de reubicación para impedir que se sigan presentando los inconvenientes por su presencia.
Al respecto, el titular del área, Pablo Montiel Solana destacó que ya iniciaron los acercamientos con los informales para buscar opciones para liberar los espacios vitales de todos estos centros de salud como los accesos y las banquetas.
El funcionario municipal precisó que además se estará buscando su reubicación a zonas aledañas para no generar más problemas a los nosocomios ante una eventual emergencia que resulta fundamental atenderla de inmediato.
El secretario de Gobernación recalcó que se han identificado hasta el momento siete puntos conflictivos por la proliferación de ambulantes que no respetan las prohibiciones que establece el reglamento en estos casos.