Con semáforos sin funcionar, una atarjea rota con conos se señalización obstaculizando y sin señalizaciones, además de congestionamiento vial, el distribuidor o viaducto Carlos Camacho Espíritu se ha vuelto en un lugar peligroso para circular.
En un recorrido de Intolerancia Diario por la zona, se comprobó que la falta se semáforos genera grandes filas de automóviles, sobre todo a las “horas pico”, a pesar de la presencia de agentes viales, quienes no se dan abasto con la afluencia.
Pocos metros antes de iniciar el puente, con dirección al circuito interior o Juan Pablo II y la 7 Sur, los semáforos de esta esquina tardan varios minutos en cambiar, lo que genera un “cuello de botella”, con esperas de hasta 10 minutos para cruzar.
Ya en el inició de la subida del distribuidor hay una atarjea rota, dejando un gran hoyo peligroso, por lo que está señalizada con enormes conos, los cuales también obstaculizan la circulación en un carril.
Bajando hacia la 7 Sur, los vehículos se tienen que frenar intempestivamente ante la presencia de un semáforo sin servir, sólo parpadeando la luz roja, por lo que hay que cruzar muy despacio para evitar algún accidente. También esta situación genera otro “cuello de botella”. En dirección contraria, la situación es la misma en la bajada que llega a la esquina del circuito interior, donde el semáforo tarda mucho en cambiar, lo que genera nuevamente la circulación “a vuelta de rueda”.
Mientras tanto, en dirección al bulevar 5 de Mayo hacia la 45 Poniente, cruzando por debajo del puente, la circulación también es muy lenta, debido a que en este lugar tampoco los semáforos funcionan.
Ahí están distribuidos diversos agentes viales, quienes dan los señalamientos a los conductores para cruzar, pero la mayoría lo hace lento por precaución, generando el congestionamiento. Llevando esta misma dirección, si se quiere dar vuelta con rumbo a la avenida Juan Pablo II no hay señalamientos ni semáforos, por lo que es un riesgo incorporarse al bulevar Valsequillo o Carlos Camacho, ya que se cruzan con los automóviles provenientes de la 45 Poniente.
En las laterales se pueden leer señalamientos de máximos de velocidad de 30 kilómetros por hora, lo que también genera la lentitud de los automóviles. También existe la queja de usuarios del transporte público, quienes indicaron a este medio que ahora las combis y microbuses son obligados a subir al puente, por lo que ya no hay paradas, sino antes de la 9 Sur o hasta Juan Pablo II, sin poderlo hacer en puntos intermedios.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública municipal, Amadeo Lara Terrón, informó que sincronizarán los semáforos que se ubican bajando del viaducto Carlos Camacho Espíritu después del congestionamiento vial generado. Explicó que el transporte público tomó el viaducto, por lo que ocasionó un gran congestionamiento vial, por ello este martes sostuvieron una reunión con la empresa constructora, el subdirector técnico de Tránsito y personal del Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI) para resolver las fallas de desfogue de tráfico.
Por su parte, el presidente de la Agrupación de Constructores Empresarios Siglo XXI (Acoem), José Alfredo Vega Herrera, señaló que a la magna obra le faltó planeación. Detalló que los puentes deben estar diseñados con una visión amplia, y que cuando hay fallas antes y después es porque no fueron proyectos integrales.
Aseveró que la obra se tenía que entregar a un determinado tiempo y no se brindó atención a los pequeños detalles que ahora que se construyó se pueden detectar. Dijo que se necesita una reorganización del transporte público, ya que la sincronización de los semáforos no resuelve el congestionamiento vial de la zona.