Se trata de la surtidora de gas LP Gazel, donde los dueños son de origen colombiano y desde el mes de noviembre de 2013 han iniciado con la construcción de una gasera en la calle 26 Sur, entre 7 y 9 Oriente, en el predio que anteriormente pertenecía a la Policía de Caminos.
Esta nueva surtidora de gas se encuentra ubicada en medio de dos gasolinerías. La primera está ubicada en la 24 Sur y 7 oriente, y la segunda se encuentra en la 26 Sur y 9 Oriente, por lo que con la instalación de esta gasera se contaría por lo menos con tres distribuidoras de combustible en menos de tres cuadras.
Una de las vecinas, de nombre María Teresa Ramírez Pastrana, explicó que el temor de los vecinos de esta parte del centro histórico es derivado de que alrededor se cuenta con una primaria, un kinder y una universidad, además de las instalaciones de la Secretaría de Finanzas, algunos Bancos y el Parque Ecológico, incrementando las consecuencias de una posible explosión.
“Ya tenemos dos gasolinerías y nos quieren poner una gasera, eso no es lo correcto. ¿Por qué? Porque estamos en una bomba de tiempo. Yo les dije: ‘Póngalas en las orillas, que no hay tanta gente’. Ahí, donde les comento, queda el primer cuadro de la ciudad. Somos gente que toda la vida hemos vivido ahí. No es correcto ni legal que nos pongan una gasera”.
La inconforme aseveró que, desde su instalación, los dueños de esta empresa de origen colombiano realizaron todo de manera irregular, ya que reunieron por lo menos cinco firmas de supuestos vecinos que no viven en esta colonia, por lo que se trata de información apócrifa.
“No fueron informados ningún vecino. Nos enteramos por una persona que iba caminando y nos enseñó el formato que ellos querían. Ellos tienen supuestamente cinco personas de la 5 Oriente, siendo que ahí hay puras industrias y que no viven. Luego, me salen que uno es de la 26, tiene un taller mecánico y no vive”.
La inconforme aseveró que incluso intentaron sobornarla con 50 mil pesos para detener la inconformidad, por lo que no descartó que a las autoridades responsables les hayan entregado más dinero para sobornarlos. Además de que dentro de la construcción no se cuenta con las medidas de seguridad necesarias, a tal grado que dentro del proceso de demolición del predio se cayó una barda poniendo en riesgo la vida de las personas que transitan por esta parte de la ciudad.
Recordó que no es la primera ocasión en que los vecinos de la colonia Azcárate se inconforman y no han sido oídos, ya que al inicio de la actual administración se colocó la segunda gasolinera, sobre la 26 Sur y 9 Oriente, a pesar de que sólo se encuentra a 50 metros de una institución educativa. Incluso, esta gasolinera es la de mayor riesgo, ya que ha registrado dos fugas de gas y hasta el momento no se ha clausurado, sino que únicamente por las noches cierran para "arreglar" los desperfectos, pero ni Petroleos Mexicanos (Pemex) ni Protección Civil han hecho nada.
De ahí el llamado a las autoridades para cancelar esta gasera, ya que sólo pone en riesgo la vida de las personas y no es una necesidad, pues en esta colonia sólo atraviesa la ruta 2000 y no unidades que utilicen este tipo de combustible.