El papa Francisco recibió este sábado en audiencia privada a los obispos de Puebla, donde el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, acompañado de Tomás López Durán y Felipe Pozos Lorenzini presentó un análisis de la situación que guarda la arquidiócesis; asimismo se le presentó el proyecto del Santuario Guadalupano mismo que firmó.

A través de la red social, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Eugenio Lira Rugarcía señaló que esta mañana, el Papa Francisco recibió al tercer y último grupo de Obispos mexicanos en Visita ad Limina.

Señaló que el Santo Padre, que en todo momento se mostró amable y cercano, comenzó diciendo que desde el Pontificado de san Juan Pablo II, que canonizó a santa Faustina y decretó el domingo de la misericordia, se ha tomado más conciencia en la Iglesia del amor misericordioso de Dios, que perdona y salva.

“El Papa, que con mucha atención nos escuchó a cada uno de los Obispos y dialogó con nosotros por espacio de una hora y media, recomendó tener siempre presente que en México, a pesar de las dificultades, contamos con la ayuda de Santa María de Guadalupe y la intercesión de los mártires mexicanos.”

Lira Rugarcía también Obispo auxiliar de Puebla, señaló que  tras exhortar a seguir impulsando la Misión Continental, el Santo Padre rezó con los obispos el Regina Coeli, e impartió la bendición a todo México.

Dijo que antes de despedirse, con mucha generosidad bendijo y firmó el proyecto del Santuario Guadalupano que está siendo edificado en los campos del Seminario Palafoxiano de Puebla.

Ayer sábado 31 de mayo, en punto de las 10 horas, el papa Francisco recibió en su biblioteca privada, ubicada en el segundo piso del Palacio Apostólico, al último grupo de obispos mexicanos que están en Roma para la visita Ad Limina, entre ellos a monseñor Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla, y sus tres obispos auxiliares: monseñor Eugenio Lira Rugarcía, monseñor Tomás López Durán y monseñor Felipe Pozos Lorenzini, además de monseñor Gilberto Valbuena, obispo emérito de Colima, quien acompaña al señor arzobispo.

Monseñor Víctor y sus obispos auxiliares fueron citados en el Cortile de San Dámaso, en el Palacio Apostólico, quienes se hicieron acompañar de dos sacerdotes poblanos que estudian en el Colegio Mexicano y de un diácono y dos seminaristas que estudian en el Regina Apostolorum. Todo el grupo pudo saludar a Su Santidad y después los acompañantes fueron retirados para dar paso al encuentro de los 13 obispos con el papa Francisco, encuentro que duró una hora y media.

El diálogo lo inició el Santo Padre, reconociendo que el camino de la Iglesia es la misericordia, gracias al trabajo pastoral iniciado por Su Santidad Juan Pablo II, quien, además de canonizar a Santa Faustina, decretó el Domingo de la Misericordia, mencionó.
Por su parte, el arzobispo poblano presentó al papa a sus obispos auxiliares y le externó el trabajo que en la arquidiócesis de Puebla se está realizando dentro de la Misión Continental, en la que todos somos discípulos y misioneros. Monseñor Víctor comentó que la Iglesia de Puebla desea salir a la periferia y que la arquidiócesis se mantiene en estado permanente de misión. Asimismo, le agradeció al papa su sencillez, testimonio y ejemplo.

Monseñor Eugenio Lira presentó los trabajos de la asamblea plenaria de la CEM. Monseñor Tomás López explicó al Santo Padre los trabajos del quinto Sínodo Diocesano y monseñor Felipe Pozos abordó la experiencia con los seminaristas y sus visitas diarias a los hospitales de la ciudad; presentó el proyecto y avances del Santuario Guadalupano, la capilla de adoración perpetua, donde —explicó— 800 personas a lo largo del mes oran por la santificación de los obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas; asimismo, le expresó a Su Santidad que las religiosas de vida contemplativa en Puebla piden diariamente por él.

Al final del encuentro, el arzobispo le externó al papa Francisco el cariño de la Iglesia que peregrina en Puebla y le agradeció la exhortación Evangelii Gaudium; finalmente, le pidió que firmará y bendijera el proyecto del Santuario Guadalupano, accediendo de inmediato a firmar y bendecir esta obra.