Cianuro, litio, mercurio, gasolinas, diésel, aceite, pintura textil, desechos industriales, pilas, llantas y pet son algunos de los productos que han aniquilado al río Atoyac a lo largo de más de cinco décadas, reveló el estudio de los investigadores de la Universidad de Chapingo entregado durante la comisión de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.

Los científicos contratados por la alcaldía, destacaron que durante los últimos 10 años se encomendaron tres estudios a diferentes organismos pero ninguno de ellos tuvo resultados positivos.

Dieron a conocer que existen alrededor de ocho mil empresas en el municipio, de ellas 37.5 por ciento no cuentan con permisos para realizar descargas residuales.

Semanas atrás el secretario de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, Gabriel Navarro Guerrero, dijo que existían dos mil empresas contaminantes pero la realidad es otra.

Los investigadores indicaron que de las más de tres mil empresas que no cuentan con permisos se desconoce qué tipo de contaminantes vierten a los drenajes, las cantidades y los periodos. Por lo cual este aspecto se agrava porque no existe un control.

Al respecto, Myriam Arabián Couttolenc, presidenta de la comisión Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, precisó que son resultados preliminares.

Sobre los planes frustrados para salvar al Atoyac realizados en el pasado indicó que fueron intrascendentes por el tiempo, recursos y expectativas desperdiciadas.

Lamentó que no exista alguna figura de la alcaldía direccionada a vigilar lo que derraman a los drenajes municipales, pero sí exista una en el caso de los espectaculares.

Cuautlancingo y los permisos

Verónica Mastretta, integrante de la organización Dale la cara al Atoyac, lamentó que el Ayuntamiento de Cuautlancingo entregue permisos sin control a las empresas localizadas en esa demarcación, mismas que arrojan descargas sin control al afluente.

Ante esa anomalía exigió a la delegación de la Conagua y al gobierno federal intervenir con todo el rigor para sancionar a los infractores y a las autoridades de esa alcaldía.

Se ha vuelto una novela policíaca en la que tienes que encontrar muchos delincuentes porque hay muchos que contamina el Atoyac, no es uno solo, son varios; hay muchas empresas ocultas en los drenajes del Ayuntamiento de ese municipio. En Cuautlancingo entregan permisos de descarga en blanco, no les ponen parámetros, ni lineamientos y se conectan también a los drenaje”, denunció.

Destacó que zona centro del estado contamina 70 por ciento, además 30 por ciento restante se localiza en las 17 juntas auxiliares.

El gobierno, dada la desarticulación que existe entre las dependencias debe ser quien dirigirá esta orquesta que está tan desentonada; varios municipio por los que pasa el río no tiene organismos operadores, por ejemplo, San Martín Texmelucan cobra el saneamiento y la planta tratadora está parada porque usan los recursos para hacer obra”, concluyó.

A detalle

Los investigadores indicaron que de las más de tres mil empresas que no cuentan con permisos se desconoce qué tipo de contaminantes vierten a los drenajes, las cantidades y los periodos. Por lo cual este aspecto se agrava porque no existe un control.

El dato

Verónica Mastretta, integrante de la organización Dale la cara al Atoyac, lamentó que el Ayuntamiento de Cuautlancingo entregue permisos sin control a las empresas localizadas en esa demarcación, mismas que arrojan descargas sin control al afluente.