Los casos de cáncer infantil se han incrementado “de manera muy fuerte” aseguró Francisco Álvarez Arango, Presidente del Patronato de Una Nueva Esperanza-Upaep, explicó que en 2019, se atendió mil 244 niños con este padecimiento, sin embargo en lo que va de 2020 ya se revisan mil 270 casos, lo que representa un incremento de 8 por ciento de pacientes.  

Señaló que de los mil 270 casos de familias que reciben apoyo de la asociación, 194 niños reciben actualmente el tratamiento para combatir el cáncer, siendo la leucemia el más recurrente. Álvarez Arango manifestó que tienen casos de menores con edades de entre 8 meses y hasta los 22 años. 

Apuntó que desde la asociación se está trabajando para llevar pláticas informativas a diversos rincones de Puebla, debido a que, en ocasiones los tratamientos a los pequeños llegan cuando el cáncer está en niveles avanzados. “El 60 por ciento de nuestros niños llega tarde al tratamiento, ahí estamos perdiendo la batalla”.

Agregó que solo un 5 por ciento del cáncer en los mexicanos es infantil, mientras que el 95 por ciento restante corresponde a cáncer en adultos. “El cáncer infantil por ser precisamente de niños y de niñas pues es mucho más sensible”.

Lo anterior, en el marco del séptimo ciclo de conferencias por el Día Internacional del Niño con Cáncer (celebrado el pasado 15 de febrero) donde se compartió información en torno a estadísticas sobre el cáncer en menores, estrategias diagnósticas en cáncer, complicaciones estomatológicas, así como la interpretación de la biometría hemática para médicos de primer contacto.

Sin falta de medicamentos para tratamientos contra el cáncer

En otro tenor, María del Rocío Baños Lara, directora del Centro de Investigación Oncológica de Una Nueva Esperanza-UPAEP, aseguró que, pese a que a nivel nacional existe un desabasto de medicamentos para tratar el cáncer en menores en la asociación no enfrentan esta problemática. 

Al preguntarle su postura sobre el desabasto a nivel nacional, sostuvo que las familias de los pequeños con cáncer están en su derecho de tomar las decisiones que se crean pertinentes.

“Las familias tienen todo el derecho a tomar cualquier decisión que ellos consideren lo mejor para los niños (…) la gente que recibe tratamiento en Una Nueva Esperanza entra dentro de ciertos programas para abastecer entre otras cosas de medicamento, nosotros tenemos medicamento”.