La administración municipal perdió la obra de rehabilitación de la exhidroeléctrica "Carmela", detonada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), debido a falta en toma de decisiones por encargados de las secretarías de Desarrollo Urbano y de Infraestructura, además del responsable del IMPLAN.
Ni María Graciela León Matamoros ni José Israel Román Romano se pusieron de acuerdo en cuál organismo realizaría el estudio técnico de la obra.
Además, ni el árbitro interno, el responsable del IMPLAN, Gerardo Ríos Bermúdez, indagó si ya tenían el estudio técnico básico para detonar esa obra.
La fuente al interior del ayuntamiento que solicitó el indulto del anonimato, por temor a ser blanco de la autoridad municipal, advirtió que ese estudio era sencillo de obtener pero los funcionarios dejaron escapar esa oportunidad creada por el gobierno de la federación a través de la Sedatu.
Así, al llegar la fecha fatal, las autoridades de la Sedatu preguntaron sobre el por qué no estaba en el fólder el estudio técnico y sus pares del municipio indicaron que no lo habían mandado a desarrollar.
Bajo esa perspectiva, Ríos Bermúdez, quien alertó —el uno de abril previo— de la pérdida de la rehabilitación del mercado Amalucan si los locatarios no se ponían de acuerdo, tampoco presionó a los secretarios.
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