Las protestas y reclamos de líderes de ambulantes retirados de las calles del Centro Histórico no serán apoyadas por la UPVA 28 de Octubre porque existen dirigentes y grupos de choque ligados a conductas delictivas que aspiran a ser "pequeños capos".
Además el fundador de la Unión Popular de Vendedores y Ambulantes, Rubén Sarabia Sánchez "Simitrio", recordó los casos de Federico López de Fuerza 2000 y de Martín Juárez de la 11 de Marzo.
Explicó que la organización tiene dos problemas para no sumarse a las protestas, el primero es que hay presencia de dirigentes y grupos de choque y el segundo es que en un grado de firma directa o indirecta, están involucradas en conductas delictivas, por esos motivos, insistió la 28 de Octubre no puede intervenir ni participar ni va a defender ni apoyar.
Advirtió que el error del Ayuntamiento para tratar el asunto del ambulantaje, es que únicamente busca a los líderes en lugar de acercarse a los ambulantes, quienes son los que tienen necesidad de trabajar para atender a sus familias.
"Lo que si podemos hacer, es desenmascarar y denunciar que la política implementada por el Ayuntamiento de Puebla, no es la correcta, están negociando con los líderes y grupos de choque en lugar de acercarse a los comerciantes quienes a final de cuentas actúan en razón de sus necesidades".
Pero aclaró que en cualquier momento, a la alcaldía el plan puede dar buenos dividendos porque los comerciantes se separan de sus organizaciones.
En ese marco, recordó que algunos de los líderes utilizan a grupos de choque para actuar en contra de sus agremiados con el propósito de satisfacer sus propios intereses, con aspiraciones para convertirse en pequeños mafiosos.
"Los líderes utilizan las necesidades de su comerciantes para satisfacer sus propios intereses, donde la aspiración es ser pequeños capos".
Pero Simitrio acentuó que han sido los propios ambulantes y autoridades quienes han señalado esas conductas delictivas, como ocurrió durante los enfrentamientos entre los grupos de Fuerza 2000 y la 11 de Marzo, al disputarse el control de zonas de trabajo, la división de jornadas de trabajo a tres turnos, la prostitución y la presencia de cadeneros a cambio de cuotas.