Desde las alturas como una China Poblana espectral, se presentó Fernanda Domínguez, la cantante, para dar la bienvenida a los difuntos para celebrar el día de Todos Santos y Los Fieles Difuntos.

El espectáculo Aéreo La Llorona, se presentó por primera vez en la Angelópolis a través del IMACP del gobierno de José Chedraui Budib, quien acompañado por su esposa María Elise Budib, entonó las estrofas de La Llorona:

No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo
No sé qué tienen las flores, llorona
Las flores del campo santo

Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio
Ay de mí, llorona
Llorona de un campo lirio

El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio
El que no sabe de amores, llorona
No sabe lo que es martirio

Además, el alcalde José Chedraui, también le entró al bailongo con una señora mientras la orquesta sinfónica del Ayuntamiento, interpretaba qué chula es Puebla.

Chedraui Budib y su esposa obsequiaron globos multicolores a los asistentes, principalmente a los niños que estaban acompañados por sus padres, quienes así enseñan a sus retoños las tradiciones culturales mexicanas.

Multicolor

El desfile multicolor derivado de los matices de los trajes de las adelitas, catrinas, charros, bastoneras y músicos, regresaron del mundo de los muertos para entonar música mexicana provocaron que los asistentes se contagiarán del espíritu festivo para bailar al ritmo de las diferentes bandas musicales de jóvenes en la décimo segunda edición del desfile de las Calaveras.

La marcha marcha danzante de niños, jóvenes y adultos, comenzó en la 25 Sur y la Avenida Juárez, el contingente llegó vuelta a la 13 Norte para enfilarse a la Avenida Reforma y llegar al zócalo.

El alcalde José Chedraui Budib acompañado por su esposa, observó pasar el colorido contingente desde el balcón de Palacio Municipal.

Durante la tradicional marcha que arropa al Festival de La Muerte es un Sueño, participaron más de 15 mil personas entre participantes y el público, que se ubicó en las laterales de las calles por donde transcurrió el desfile.

La noche se transformó en día, el culto a la huesuda con su colorida celebración en territorio nacional desde la época prehispánica hasta la actualidad no pasa de moda, la tradición cada año se arraiga más entre la comunidad juvenil y la infantil porque los adultos nunca se apartarán de su cultura y creencias.

El desfile de las Calaveras atrae a multitudes, algunas ciudadanas y ciudadanos que asistieron al desfile, se pintaron los rostros también con colores multicolores para no desentonar, otros más se disfrazaron de diferentes personajes de la ficción de cómics y películas de terror.

Algunas mujeres vestidas de novias, otras de riguroso luto, pero cantando en compañía de niños vestidos con smoking y sombrero, con los rostros pintados daban la impresión de descender del lienzo de la catrina inmortalizada por el muralista Diego Riego Rivera.

La mezcla cultural entre el Halloween de los barrios gringos y las típicas flores resplandecientes de los panteones mexicanos, se combinó en este festival pagano y popular.

Entre el papel picado de las calaveras de José Guadalupe Posada y los rostros blanquecinos de la americanización importada, los turistas disfrutaron el desfile de catrinas.

Los difuntos son los invitados de honor del pueblo mexicano, son la esencia del antepasado y son las raíces culturales, que han trascendido fronteras.

Esta fiesta ancestral, ya se celebraba entre los pueblos precolombinos en agosto, mes en el que se comienza a recoger la cosecha, pero despues de la conquista, los evangelizadores la cambiaron de fecha para unirla a la conmemoración de Todos los Santos y Fieles Difuntos, que se celebra en noviembre.