El coletazo naranja en Puebla podría dar un par de sorpresas en las votaciones del próximo 2 de junio.
Después de la salida de Samuel García y la llegada de Jorge Álvarez Máynez se veía difícil que Movimiento Ciudadano pudiera repuntar entre el electorado. La mercadotecnia nos demostró que se puede.
Máynez y sus consultores han logrado garantizar el 3% de la votación que requieren para mantener el registro del partido e incluso hoy apuestan a llevarse el 10 % de los votos federales.
Sin duda, esa ola naranja dejará remanentes en Puebla en donde hoy se ven con posibilidades reales para ganar presidencias municipales en las zonas de Ciudad Serdán y Tehuacán, también importantes alcaldías como San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula o Santa Clara Ocoyucan.
Una de las presidencias municipales en donde realmente sí tienen posibilidades para gobernar es San Martín Texmelucan, con el maestro Abraham Salazar.
Salazar cuenta con un importante respaldo en su territorio, es popular y querido. Ya en la elección pasada estuvo a nada de arrebatarle a Norma Layón la reelección, es más, Norma se quedó en la presidencia tras ganar el juego en la mesa.
Además de la experiencia y el trabajo entre los texmeluquenses que acumuló Abraham Salazar en el último trienio, habrá que sumar factores como el hartazgo y el desgaste de la marca Morena, que utilizó Norma Layón por 6 años.
Históricamente Texmelucan ha sido un municipio donde la corrupción ha imperado. Obras sin concluir, pozos de agua que terminan por caerse, balaceras, un autogobierno en el tianguis… y una larga lista de pendientes que no han podido o no han querido atender los anteriores presidentes municipales.
Para conseguir la Joya de la Corona (Texmelucan) y otras alcaldías en el interior del estado, Movimiento Ciudadano requiere de su presidente estatal y hoy candidato a la gubernatura. El papel de Fernando Morales en el debate del próximo 12 de mayo será decisivo.
El empuje que logren los candidatos naranja, más las acciones de Fernando Morales y hasta el éxito de Máynez, permitirán que MC pueda tener uno o dos representantes en el Congreso Local y claro, representantes en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, puestos nada despreciables porque ante lo polarizada que se prevé la próxima legislatura federal, los abanderados de Movimiento Ciudadano podrían convertirse en el fiel de la balanza, como sucedió en algún momento en el Congreso de la Unión con la actual legislatura.
Así que, aún cuando no alcancen a quedarse con todas las posiciones donde juegan, los anaranjados podrán presumir, y con algo de veracidad, que ganaron puntos estratégicos, demarcaciones en donde un buen candidato, sumado al desgaste de los gobierno tradicionales y al empuje de la ola naranja, nacional y estatal, tendrán todo puesto para llevarse la elección.
La duda ahora es si estarán o no preparados para gobernar, si los ayuntamientos, diputaciones y senadurías que ganen podrán retenerlas en 2030, cuando busquen con todo, llevarse la elección federal, pero esa, será otra historia. En el presente, están construyendo.