La temporada de campañas federales y estatales concluyó con un registro histórico para el olvido.
En las últimas horas de las campañas el asesinato de José Alfredo Cabrera, candidato del PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, en Guerrero y la balacera en el mitin del cierre de Rosalinda López García, candidata de Morena a la presidencia municipal de Matias Romero, Oaxaca; fueron el reflejo de un proceso que pasará a la historia como el más violento.
En Puebla, aunque en menor escala, también se presentaron hechos que prenden las alarmas. En San Lorenzo Teotipilco, junta auxiliar del municipio de Tehuacán, un hombre fue baleado y se reportó el robo de dinero en efectivo, que presuntamente serviría para la movilización de estos días.
Mientras que en Xiutetelco, Jorge Domínguez Méndez, candidato a la presidencia municipal por el partido Nueva Alianza, fue víctima de un atentado, luego de que unos sujetos balearon y le prendieron fuego a su camioneta, además le dejaron cartulinas con amenazas.
Es verdad que no fueron los únicos casos y es precisamente por ello que el llamado del gobernador, Sergio Salomón para que se realicen elecciones en paz cobra mayor sentido.
La solicitud del IEE para reforzar la seguridad en los municipios donde de manera gandalla los presidentes municipales en funciones no se separaron del cargo ni para buscar la reelección se suma.
Claro que las autoridades deberán garantizar la paz el próximo domingo 2 de junio, cuando salgamos a votar, pero también está en cada uno de nosotros la prudencia necesaria para evitar o evadir los conatos de violencia.
Si usted conoce a uno de esos fanáticos que están convencidos de que tal o cual personaje es el mesías que necesita el pueblo, no discuta, al menos por un día, los mexicanos debemos demostrar que las elecciones son, antes que políticas, ciudadanas.
Al acudir a las casillas, asista con buen ánimo, salude a sus vecinos que serán quienes recauden, cuenten y cuiden nuestros votos.
Las campañas acabaron y le adelanto algo, cualesquiera que sean los resultados, los políticos volverán a saludarse entre ellos, a pelearse, a negociar. Está en su naturaleza.
El país que sólo él ve
Constantemente las declaraciones de Andrés Manuel en la mañanera son polémicas, sin embargo, ayer su frase encendió las redes sociales.
“Quiero terminar mi sexenio sin ningún acto de represión, sin masacres y sin desaparecidos”, externó en su conferencia matutina con cobertura nacional.
Lo malo es que el presidente no quiere enterarse que hemos vivido todo su sexenio con una masacre que acalla el escándalo de la anterior; y en un país en donde los desaparecidos son una herida a flor de piel.
López Obrador podrá seguir negándolo, pero la necia realidad insiste en restregarle “otros datos”.