Pastor comenzó su análisis del juicio afirmando que hay quien piensa que Murray es un santo y quien piensa que es el diablo, pero que Murray es un ser humano y que lo que ocurrió con Michael Jackson no es un caso de mala práctica profesional, sino una negligencia criminal. Para Pastor, quien pronto reconoció que no iba a concederle a Murray la libertad condicional, Michael Jackson falleció por lo que Murray hizo o dejó de hacer, por un conjunto de circunstancias y decisiones atribuibles a Murray y que pusieron en peligro a Jackson.
Antes de que el juez hiciera pública la sentencia, los abogados de ambas partes tuvieron la oportunidad de argumentar a favor y en contra de la libertad condicional de Murray.