Mala suerte tuvo Sebastián Castella con su primero, un toro que pareció tener algún problema en la vista de salida, embistiendo después algo descoordinado. Este comportamiento del toro hizo que el público protestase al animal, pero la presidencia no consideró oportuno devolverlo. 

Pese al ambiente en contra, Sebastián Castella sobó al toro de principio, para intentar asentarlo. Una vez metió al toro en la muleta la faena de Sebastián tuvo templanza y suavidad, sacando más partido de lo que el toro tenía. Lamentablemente no estuvo acertado con los aceros de muerte y su labor fue silenciada.

Mejor condición tuvo el cuarto, noble y de buen son, pero sin durar mucho. Castella, que cuajó con el capote un gran quite por chicuelinas, inició su faena con ajustados pases cambiados por la espalda, para ligarle después,varias series con la mano izquierda largas y templadas, dejando un sabor hondo y clásico en su toreo al natural. 

Con el toro a menos Sebastián se metió en terrenos de cercanías para terminar de apurar las embestidas, rematando su labor de una gran estocada, lo que le valió una merecida oreja.

Ficha del festejo

Teruel, 12 de julio. Dos tercios de entrada. Toros de Juan Manuel Criado, bien presentados, de juego desigual.
Finito de Córdoba, silencio y silencio.
SEBASTIAN CASTELLA, silencio y oreja.
Miguel Angel Perera, oreja y dos orejas