La reforma laboral, que ayer fue aprobada en lo general y en lo particular, por la Cámara de Diputados, es un hecho lamentable para el país, particularmente porque los legisladores, los funcionarios de gobierno y los partidos políticos, hablaron a nombre de los trabajadores, "que se convirtieron en los convidados de piedra de las autoridades".

A decir del investigador Huberto Juárez Núñez, los integrantes del Congreso de la Unión brindaron beneficios totales al capital y se olvidaron de la mano de obra, "no es posible que acepten y toleren las presiones de los poderes tácticos en el país".

Para el académico es mala señal que los diputados federales del país, hayan respaldado los intereses de los dueños de los contratos colectivos de trabajo, "demostraron que defienden los líderes corruptos y no actúan a favor de los trabajadores".