Estudiantes del campus Puebla del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), crearon un prototipo de una máquina de coordenadas que mide con precisión los ensambles de autopartes, cuya innovación es la reducción en su peso, de una tonelada a 120 kilos, la reutilización de materiales y la disminución del costo en un 50 por ciento, así lo reveló el estudiantes de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de esa institución, Jesús Fortul.

El proyecto, fue realizado al término de la materia “Proyecto de Ingeniería en Mecatrónica” impartida por Hugo González Hernández catedrático del Tec de Monterrey y director del departamento de Ciencias Básicas, “el trabajo lo hicimos entre cuatro alumnos de la carrera de Ingeniero en Mecatrónica, que desarrollamos un CMM portable, que es una Máquina de Medición por Coordenadas".
Asimismo, el estudiante poblano, comentó que esta máquina tiene la capacidad de medir cada una de las partes para el ensamblaje, pero además dijo que resulta un producto competitivo para la industria, pues de costar 45 mil dólares, hoy día es posible producirla con 25 mil dólares.
 
Cabe mencionar que el proyecto contó con el patrocinio de la empresa MESS, que se dedica a la provisión de soluciones para el área de control de calidad y medición. 

Por su parte, Raúl Máximo Álvarez, alumno de Ingeniero en Mecatrónica, mencionó que el desarrollo constó de tres etapas: el diseño virtual que la empresa aceptó, el diseño mecánico y eléctrico y la integración de sistemas. Creando como primera instancia un control homólogo que la hiciera funcionar.

Además para producirla, Máximo Álvarez especificó que se utilizaron piezas de línea como motores, encoles y un software que ya no eran utilizados por la empresa. Por su parte Iliany Carro y Daniel Flores, también alumnos de Ingeniero en Mecatrónica (IMT) comentaron que el proyecto es el primer CMM con estas características que se desarrolla en México.

González Hernández detalló que el objetivo académico de este proyecto fue  hacer pruebas para abaratar el uso del software, así como incursionar en sistemas de automatización completa; es decir, que pueda funcionar por si sola para la medición e interpretación de piezas y realización de una rutina exacta.

Con este proyecto los alumnos recibieron una tarjeta inteligente por parte de la empresa MESS, que les permitió que el método de la máquina dejara de ser manual para ser completamente automática.