Entre 2019 y abril del 2021, de acuerdo a cifras oficiales, en Puebla se abrieron 126 carpetas de investigación por el delito de feminicidio y solo en el 19 por ciento de ellas, se obtuvo sentencia condenatoria, informó, la responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, Ana Gamboa Muñoz.

“Solicitamos, por medio del sistema de acceso a la información al Estado de Puebla, para saber cuantas carpetas de investigación se abrieron entre 2019 y hasta abril del 2021”.

La especialista de la Ibero Puebla, agregó que de las 126 carpetas de investigación solo se han obtenido el 19 por ciento de sentencias condenatorias, es decir, 24 casos.

La académica de esa casa de estudios jesuita, alertó que, el 81 por ciento de los casos hasta la fecha no han sido esclarecidos por las autoridades correspondientes.

Por eso, dijo, “estamos hablando de un escenario grave de impunidad, de una crisis de violación a los derechos de las mujeres”.

Y es que, de acuerdo a las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)Puebla, se ubica en el séptimo lugar entre los más violentos del país para las mujeres.

Además, de acuerdo a información periodística local, en lo que va del mes de enero de 2022, se tienen registrados los casos de 4 mujeres asesinadas.

Gamboa Muñoz, reveló que, durante la pandemia provocada por la COVID-19, la violencia contra las mujeres se presentó en aumento.

Prueba de ello, es que se presentan con indicadores hacia arriba, los delitos de acoso, el hostigamiento sexual, además del abuso sexual y la violación.

Dentro de todos los tipos de violencia que se presentan en contra de las mujeres, dijo que la emocional o psicológica es la que les genera el mayor daño.

Esa violencia, dijo la académica, se agudiza en los espacios privados y familiares, por lo que, en los tiempos de confinamiento por la pandemia, se presentaron hacia arriba.

Ana Gamboa, explicó que, con la violencia emocional y psicológica, se generan problemas serios de convivencia, pero, además, las mujeres pierden su autoestima y sus valores.

Dijo que, de eso se agarra el agresor para incrementar los niveles de violencia en contra de las mujeres y eso pueda tener mayores consecuencias.